4.12.08

La Columna, edición del 4 de Diciembre de 2008


Gestión en épocas de crisis



Reciclarse como una forma de supervivencia

En épocas duras suelen tomarse decisiones paliativas pero que cercenan toda posibilidad de innovación. Es necesario desarrollar una cultura creativa permanente como hábito organizacional.

La mayoría de las organizaciones, empresas y profesionales se enfrentan actualmente a una paradoja. La situación crítica, la competencia, la escasez de dinero y otros recursos, la incertidumbre y el temor al riesgo hacen difícil la innovación, aplastan la creatividad. Pero las mismas razones transforman en imperativa la necesidad de aplicar nuevas ideas, conceptos, desarrollar otros productos, servicios y prácticas.

Es a menudo en los momentos de crisis, cuando la posibilidad de reciclarse y cambiar se vuelve esencial para la supervivencia, el crecimiento y la prosperidad. Muchas de las innovaciones han sido desarrolladas como respuesta a problemas que, más que parecer insalvables e inmovilizantes, fueron tomados como oportunidades y utilizados como apoyo para generar nuevos valores.
Pioneras

Aquellas organizaciones que apuesten a salir de la falsa complacencia que hace que enfrenten estoica y rígidamente las olas, serán pioneras en la adaptación. Las que comprendan que se puede perder algo al cambiar pero hay mucho más que perder si no se hace nada, desarrollarán una cultura de optimización. Lo mismo lograrán las que instalen los procesos de innovación como modo de evolución.

Al hacerlo crecerán en competitividad, porque innovar implica empleados motivados y comprometidos, nuevos puestos de trabajo, clientes satisfechos, desarrollar y ganar opciones, crear un entorno que estimule la generación y el compartir el conocimiento y mejorar las condiciones de vida.

Aunque para instalar procesos de innovación no hay una fórmula única que asegure el éxito, sino que hay que trabajar sobre aspectos relacionados con la estructura, la cultura y la estrategia organizacionales, se suele caer en errores que podemos definir como comunes. Veamos algunos de ellos:

» Confusión sobre el rol del líder

Un error importante y que puede ser generador de muchos otros, es que los líderes consideran que su papel es innovar en vez de crear el contexto favorable para que otros lo hagan. Esto es habitual en aquellas organizaciones que establecen que los gerentes (muchas veces líderes con preparación técnica) distribuyan sus esfuerzos entre tareas técnicas y de conducción. Son empresas que concentran el descubrimiento y la búsqueda de mejoras en grupos y equipos específicos, y recompensan mas los aportes individuales que los logros de liderazgo.

» Perder talento.

Las personas con iniciativa, inteligentes, creativas, conocedoras del negocio y con experiencia en la organización, suelen ganar los mejores sueldos. Despedirlas es una manera rápida de disminuir gastos. También la forma de vaciar la usina de innovación.

Asimismo, evitar la capacitación y el entrenamiento en temas novedosos, recortar la compra de libros y materiales de vanguardia considerándolos gastos más que inversiones, cercenar posibilidades de aprendizaje, son formas de perder empleados que ven al trabajo como una forma de desarrollo personal y también de vaciar las reservas de conocimiento comunes.

» Bajarse del tren de la tecnología.

Es en los momentos de crisis cuando más se deben conservar los canales de comunicación con los clientes, mantener la información al día y sacar el mayor provecho de los datos y el conocimiento que se poseen. El uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación y de las estrategias de inteligencia de negocios pueden transformar y simplificar procesos costosos y complejos.

» Reducir los riesgos.

Innovar requiere aventurarse. Y aunque la recesión impulsa a ser conservador, hay que saber elegir qué se guarda y sobre qué oportunidades se trabaja,

» Parar el desarrollo de nuevos productos.

Para ahorrar a veces se corta el desarrollo de nuevos servicios o productos. Esto detiene a la compañía y cuando la economía mejora no cuentan con una oferta atractiva. Lograr nuevas versiones de productos que ya se tienen, agregar algún valor a lo ya ofrecido, también es una manera de sostener la relación y el servicio que se da a los consumidores que ya confiaron en la organización.

» Estrechar las miras.

Ponerse a la defensiva, meter la cabeza bajo la tierra como el avestruz, cortar los contactos, creer que se puede solo. Dejar de investigar, de buscar oportunidades, de enfocarse en mercados, propuestas, modelos nuevos. Evitar el ingreso y la transmisión de información que, aunque dura, puede ser valiosa a la hora de diseñar la gestión y sostener los procesos. Encerrarse en la ilusión de una torre de cristal inaccesible pero desde la que no se percibe el mundo.

» Endurecer las relaciones.

Creer que ante la crisis se necesita mano dura, que ya no sirven la autonomía de vuelo, la independencia en la toma de decisiones, la descentralización. Creer que la misma mano que puede cortar no puede acompañar o guiar. Transformar los ámbitos creativos y de colaboración en ambientes recelosos, controlados, reprimidos.

» No planificar.

La incertidumbre y la falta de reglas claras suelen matar los sueños y los proyectos. Sin embargo, siempre hay aspectos sobre los que enfocar la posibilidad de cambio. Un pequeño paso hoy, sin costo más que el del esfuerzo de realizarlo, puede tener su correlato exitoso en otro tiempo y en otra realidad. Pero la conexión entre acciones y resultados sale de la planificación y el diseño de objetivos.

Saber aprovechar la escasez de recursos que impone una crisis para agudizar la creatividad es apostar al desarrollo. Como ejemplo de esto podemos citar a Apple, que desarrolló iTunes e iPod, durante la última recesión norteamericana, y con ellos dio vuelta el mercado.

44 comentarios:

Anónimo dijo...

Genial la columna!Esperemos que los jefes la lean...
Los amigos de la oficina gris

Anónimo dijo...

Me pareció brillante y de alto sentido común. Tengo un taller, la crisis me comía la cabeza, tu columna me hizo pensar mucho. Gracias
Sebastián

Anónimo dijo...

Lo contás tan fácil...y no es crítica.
Uno se da cuenta de que es posible.
Impecable la columna.
Miguel

Anónimo dijo...

Creo que esto no sólo es importante para las organizaciones sino para los profesionales y las personas en general. Quedarse con la cabeza debajo de la tierra solo lleva al inmovilismo y a la angustia. Pero también, hacer mal las cosas puede traer consecuencias bravas. Excelente tu columna!
Yo me quedo con esta frase:
"Aquellos que apuesten a salir de la falsa complacencia que hace que enfrenten estoica y rigidamente las olas, serán pioneras en la adaptación"
Mario

Anónimo dijo...

El punto de estrechar las miras lo pegué en la heladera. Creo que al asustarnos, nos encajonamos en esas actitudes y actuamos mal.
Me dejaste pensando mucho con esto.
Gracia
Magdalena

Anónimo dijo...

Me gustó la imagen de la torre de cristal desde la que no se percibe el mundo.
Mery

Anónimo dijo...

Muy interesante tu enfoque Andrea!
Me comentaron el otro día que ya cumplió un año La Columna. ¡felicitaciones! Y vuelvo a felicitar al diario por incluirte, sos un valioso aporte.
Margarita

Anónimo dijo...

¡Hola Andrea!
¿Podes hablar del reciclarse de los profesionales especificamente?
Muchas gracias
Sofía

Anónimo dijo...

Me comentaron que fue genial tu monólogo del entrenamiento familiar en la fiesta de egresados ¿los podemos conseguir?
Fernanda

Anónimo dijo...

¿Qué sería reciclarse para un profesional?
Luis

Anónimo dijo...

Llegué al blog de casualidad y me encantaron tus columnas. Te quería pedir permiso para usarlas en mis clases.Gracias
Marisa

Anónimo dijo...

Reciclarse....me pareció interesante y generador de miedo...¿hasta donde debe cambiar uno?
Valentin

Anónimo dijo...

¿Por qué será que siempre intentamos escondernos ante las crisis? Tu columna me pareció valiente y proactiva.
Clarita

La Columna dijo...

¡Gracias amigos de la oficina gris!
ustedes piensan dejarle toda la responsabilidad a los jefes?
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Gracias Sebastián!

Pensar es importante, pero hay que recordar bajar eso a la acción. En el hacer está la posibilidad de cambiar.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Gracias Miguel!
No digo que sea fácil, pero la opción es mucho mas posibilitante que quedarse inmóvil.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Gracias Mario!

Quedarse quieto parece dar una sensación de seguridad cuando todo se mueve, pero moverse a su vez puede servir para seguir la ola, evitar escollos, flotar.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Gracias a vos Magdalena!
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Mery!

Lástima que esa torre de cristal, en lugar de ser glamorosa como la de los cuentos de hadas, se vuelve una encerrona en la que nos inmovilizamos y atamos a no poder hacer.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Gracias Margarita!
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Sofía!
Como no, ya hablaré de eso en una columna.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Fernanda!
Pasame una dirección de e-mail y te lo envío-
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Luis!
Sería pararse en las fortalezas y los recursos y generar nuevas posibilidades. Buscar formas diferentes de generar una oferta, replantearse su modo de operar...
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Marisa!

Claro que podes usarlas en tus clases. Me encantaría saber qué tipo de clases son y para qué te sirven estos materiales.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Valentín!

A veces no es cuestión de cambiar uno sino la forma de actuar o trabajar. Y suele dar miedo hasta que uno lo intenta.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Gracias Clarita!

Esconderse da una falsa sensación de seguridad. Muchas veces nos da la sensación de que si nos metemos bajo la cama todo va a cambiar.Pero ese detenimiento sólo genera mas angustia.
Hasta pronto
Andrea

Anónimo dijo...

¡Muy buena la columna!

Creo que La Opinión creció al incluirte, abrió el abanico de temas, se volvió más interesante.
Es un placer leerte.
Bettina

Anónimo dijo...

Me encantó, me encantó tu propuesta de hoy en la radio!
Felisa

Anónimo dijo...

Andrea! Me dejaste pensando. Soy militante de un partido y quiero que los miembros de este partido te escuchen hablar de esto.
Diego

Anónimo dijo...

Interesantísima tu propuesta, y tan directa...sos genial!
Macarena

Anónimo dijo...

¿Cuando te vas a decidir a hacer todo un programa de radio?
Margarita

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo...es tiempo de facilitar!
Juan María

Anónimo dijo...

Te escuchamos hoy Andrea y a nosotros también nos dejó sin palabras lo que dijiste...nos sentimos súper responsables...y hemos decidido volvernos facilitadores ¿se dice así?
Los amigos de la oficina gris

Anónimo dijo...

Ay Andrea! Me he descubierto facilitadora familiar y me hiciste ver distinto mi rol.
Gracias!
María Inés

Anónimo dijo...

Requetebuena tu columna en la radio hoy Andrea. Ojalá la hayan escuchado los políticos!
Isabel

La Columna dijo...

¡Gracias Bettina!
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Me alegro Felisa!
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Diego!

Son temas que habría que trabajar al comenzar a formar equipos y grupos.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Gracias Macarena!
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Margarita!
¿Me queres hacer trabajar más?
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

Totalmente de acuerdo, Juan María!
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola amigos de la oficina gris!

Sí se dice así. Me parece fantástico que hayan decidido desarrollar esa habilidad tan necesaria.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Qué bueno María Inés!
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Gracias Isabel!
Andrea