27.11.08

La Columna, edición del 27 de noviembre de 2008

Desarrollo personal



Dibujar el tamaño de la propia baldosa

Establecemos límites para protegernos y dar forma a la relación con los demás. Pero ese mismo encuadre puede estar acotando las posibilidades de crecimiento.

Todos establecemos sutiles y a la vez poderosas líneas a nuestro alrededor para protegernos. Enmarcan nuestras vidas y delimitan lo que podemos hacer o lo que estamos dispuestos a hacer. Lo que haremos, la manera en que interactuaremos con otros, aceptando lo que nos proponen o negándonos.

Con ellas evitamos que los demás pasen por encima de lo que consideramos aceptable o no. Estos filtros personales nos mantienen a la distancia que consideramos necesaria de los demás. Nos hacen ser la persona que mostramos. Van definiendo nuestra identidad y la relación que construimos con los demás como si tuviéramos una doble envoltura, un papel para adentro, otro para afuera.

Las dos caras

El tema es que a veces los mismos límites que dan seguridad, cortan posibilidades. Fijan pautas de comportamiento y evaden nuevas experiencias. Dan y quitan.

Al establecer barreras para salvaguardar el cuerpo, también puede ser que, por ejemplo, nunca se intente correr una maratón porque no se está preparado, no se baile salsa porque no se tiene el físico adecuado o la edad justa.

El no hablar sobre religión, no preguntar a otros si son creyentes o no y por qué, puede acotar la búsqueda espiritual, puede cercenar el crecimiento en la comprensión de otras interpretaciones y la aceptación de las diferencias.

Por evitar que otros invadan nuestro trabajo o para no ser usados, por no dejar que se queden con el crédito, se termina por trabajar alienado, por exponer la propia producción exclusivamente a amigos o a familiares y tal vez por no poder vender fácilmente lo que uno hace.

Creaciones

Aunque los límites sean claros y fuertes no dejan de ser elaboraciones propias, aun cuando utilicemos un objeto para manifestarlos (un almohadón en medio de dos personas en un sillón, una puerta cerrada con llave, un brazo extendido, etc.)

Ken Wilber dice en su del libro “No límite” que cada límite que construimos en nuestra experiencia da como resultado una demarcación en nuestra conciencia- una fragmentación, un conflicto, una batalla- y es artificial, creado por cada uno en su aproximación al mundo que lo rodea.

Automático

Si a veces resulta difícil definir los propios límites es posible que sea porque no son muy concientes, hemos ido automatizando e incorporando a la forma de ser y son contadas las veces en las que se vuelca la atención sobre ellos. Aún los límites negativos, restrictivos del propio desarrollo, se vuelven inconscientes y automáticos.

Por otra parte, los límites son parte importante de la identidad, porque son propios de cada persona. Tener los límites claros y comunicarlos honestamente es saludable, evita malentendidos y fortalece la autoconfianza.

Quien reconoce los propios límites y trabaja en su ampliación modificará su espacio de posibilidades, habilitará una comunicación con los demás más honesta y directa. Evitará ser manipulado, maltratado o usado por otros. Desde un abordaje que incluye también la otra cara del límite, es posible prevenir y solucionar conflictos interpersonales, grupales y organizacionales.

Decir y sentir

Reciclar estos filtros personales requiere ver cada barrera como una estructura, como un marco, como una valla...conformada por un elemento comunicacional (la frase, el decir, la narrativa...), un elemento emocional (la actitud, el sentimiento, la reacción...) y un elemento corporal (esto es invisible, se percibe).

Forjamos una estructura de límite a partir de una historia propia o apropiada. Por ejemplo: “No converso ni me detengo a establecer relaciones con los extraños porque puede ser peligroso”. Esto puede ser la síntesis de una experiencia vivida, comentada o enseñada pero al transformarse en un límite propio la validamos como creencia y desarrollamos una narrativa que la sostiene.

A esa historia unimos la emocionalidad. El componente emocional puede haber acompañado a la situación inicial (un susto, una agresión, displacer, asco, rechazo, etc.) o haberse incluido en la estructura como refuerzo de la historia (pensar en que podría suceder lo mismo que a la persona que comenta la situación genera una emoción concordante, por ejemplo).

La emoción juega un papel muy importante porque otorga pasión a la estructura límite, le da energía para mantenerse.

El tercer componente es la corporalidad, esto es qué cuerpo acompaña al límite. ¿Es un cuerpo reactivo que se aleja y establece distancias? ¿Es un cuerpo que se tensa? ¿Transpira? ¿Pierde la voz? ¿Se pone como gelatina? ¿Es un cuerpo relajado? ¿Se puede establecer un límite sin ponerle el cuerpo?

Crear límites

Una vez comprendida esta estructura limitante, se hace más fácil diseñar un límite nuevo. ¿Para qué? Para empezar a decir que no en lugar de hacer cosas que no nos gustan porque otros lo desean; para decirle basta a una carrera, una relación, un hábito no beneficioso; para rediseñar reacciones y transformarlas en respuestas; para ampliar las metas y animarnos a hacer más por nosotros.

Para optimizar el proceso, hay que encontrar la magnitud precisa del límite. Ni muy extremos, porque nunca llegaremos a crecer más allá de ellos, ni muy pequeños, porque no habrá ninguna ampliación de horizontes.

Establecerlos es una manera de decir aquí estoy, este soy yo, y estoy dispuesto a esto. Tenerlos claros y ser capaz de establecer nuevos límites es necesario para establecer relaciones honestas y seguras, para hacerse cargo de uno mismo.

Comentarios a La Columna "Si se abarca mucho, se aprieta poco y mal"

"La Columna, edición del 20 de Noviembre de 2008"

36 comentarios - Mostrar entrada original Ocultar comentarios

Anónimo Anónimo dijo...

A mi me pasa que cuando hago mil cosas a la vez, hago todo mal. Tenes razón. Muy buenas las columnas!
Beatriz

20 de noviembre de 2008 11:11

Suprimir
Anónimo Anónimo dijo...

¿Qué pensas vos de las mujeres que suelen venderse con que pueden hacer varias cosas al mismo tiempo?
Es una habilidad femenina o un farol?
Germán

20 de noviembre de 2008 11:40

Suprimir
Anónimo Anónimo dijo...

Me encantó la columna! Tan real, tan cotidiana. Mientras escribo esto ya me interrumpieron, los mails, los mensajes, el celular que suena, cuatro veces. Coincido con que lo que hay que hacer es organizarse, aunque en mi caso, tengo adicción a la información...¿cómo hago?
Damian

20 de noviembre de 2008 11:58

Suprimir
Anónimo Anónimo dijo...

Es ser multitarea poder hacer mas cosas que los demas en el mismo tiempo?
Margarita

20 de noviembre de 2008 11:59

Suprimir
Anónimo Anónimo dijo...

Es cierto que uno puede hacer varias cosas a la vez? Me hiciste acordar a esos jueguitos de palmera sobre la cabeza y dar vueltas con la otra mano sobre el estómago al mismo tiempo. Yo nunca pude, aunque mi hermano sí. Es está mas preparado para ser multitask?
Delfina

20 de noviembre de 2008 15:46

Suprimir
Anónimo Anónimo dijo...

Creo que decir que no es vital. A mi me pasa que no lo hago y todos me dan cosas para hacer, me piden favores, y no puedo parar...
Fernanda

21 de noviembre de 2008 8:34

Suprimir
Anónimo Anónimo dijo...

Me reidentifique con la columna Andrea. Soy asi, de hacer mil cosas al mismo tiempo, y es cierto también que pierdo potencia, divido mi atención y me pierdo cosas importantes. Pero hoy, acomodé mi escritorio, diagramé tareas y empecé cada cosa y la terminé...¿cómo hago para esto dure?
Gracias
Marilina

21 de noviembre de 2008 14:34

Suprimir
Anónimo Anónimo dijo...

Para mi una cosa es decir que uno gace mil cosas a la vez y otra la realidad de hacerlas. Yo veo a muchos correr, hacer como que recontratabajan, y en realidad...
Muy buena la columna
Martín

21 de noviembre de 2008 15:32

Suprimir
Anónimo Anónimo dijo...

Para mi lo mas bravo es decir que no, para darme espacio, y tiempo. Aún no lo puedo hacer libremente y hacerlo me ocupa la mente durante mas tiempo. ¿Qué te parece que haga?
Gracias
Magali

23 de noviembre de 2008 18:32

Suprimir
Anónimo Anónimo dijo...

A mi me sacan de las casillas los que quieren que yo sea multitarea...Soy un tipo normal, hago de a una cosa a la vez, y no tienen porqué apurarme...he dicho.
Y muy buenas tus columnas.
Alejandro

24 de noviembre de 2008 8:21

Suprimir
Anónimo Anónimo dijo...

Me pareció intersante la distinción entre hacer muchas cosas y hacerlas a la vez.
Valentina

24 de noviembre de 2008 8:22

Suprimir
Blogger La Columna dijo...

¡Gracias Beatriz!
Darse cuenta que uno lo hace es importantísimo, ya que después de eso sólo queda hacerse cargo de mejorarlo.
¡Adelante!
Andrea

24 de noviembre de 2008 10:29

Suprimir
Blogger La Columna dijo...

¡Hola Germán!

Yo conozco mujeres y varones que, como decis "se venden" asi. Y hay tanto varones como mujeres que pueden hacer muchas cosas y otros que pueden hacer cosas a la vez. No creo que sea una habilidad solamente femenina. Y creo que hay que analizar si es una habilidad o un mal hábito de trabajo...
Hasta pronto
Andrea

24 de noviembre de 2008 10:35

Suprimir
Blogger La Columna dijo...

¡Hola Damian!
Querer estar informado al instante no es malo, organizándose para no tener que interrumpir cada cosa que uno hace para informarse. El tema no pasa por dejar de hacer cosas sino no hacerlas todas al mismo tiempo.
Verificá si son necesarias todas esas interrupciones, si no es lo mismo mirar el e-mail cada dos, tres o cuatro horas, si no podes hacer que ciertos programas trabajen por vos y te faciliten el trabajo.
Hasta pronto
Andrea

24 de noviembre de 2008 10:37

Suprimir
Blogger La Columna dijo...

¡Hola Margarita!
No es poder hacer mas cosas en el mismo tiempo, sino hacer muchas cosas al mismo tiempo.
Hasta pronto
Andrea

24 de noviembre de 2008 10:38

Suprimir
Blogger La Columna dijo...

¡Hola Delfina!

Ja ja, me hiciste pensar que al enseñarles ese juego a los chicos podemos estar creando multitareas!

No se si por poder hacer eso está mas preparado, quizas el cree que se está preparado es lo que hace que uno lo haga.
Hasta pronto
Andrea

24 de noviembre de 2008 10:40

Suprimir
Blogger La Columna dijo...

¡Hola Fernanda!
Poder decir que no, y sostenerlo no solo es bueno para no acumular tareas sino para mantener el balance entre los objetivos propios y los ajenos, establecer prioridades y elegir.
Hasta pronto
Andrea

24 de noviembre de 2008 10:41

Suprimir
Blogger La Columna dijo...

¡Bien Marilina!

Hacelo concientemente durante 30 días, marcá un calendario, proponetelo ferviente y perseverantemente, y se hará hábito.
Vas a ver que cada día reconocerás que tenés mas tiempo y disfrutas mas haciendo las cosas.
Hasta pronto
Andrea

24 de noviembre de 2008 10:43

Suprimir
Blogger La Columna dijo...

¡Gracias Martín!

Y, del dicho al hecho....
Hasta pronto
Andrea

24 de noviembre de 2008 10:43

Suprimir
Blogger La Columna dijo...

¡Hola Magali!

Elegí decir que no a una cosa o persona y hacelo. Pensá que eso te va a dar tiempo, espacio y el poder de elegir. Y tambien te va a ayudar a establecer una comunicacoón mas congruente.
Hasta pronto!
Andrea

24 de noviembre de 2008 10:56

Suprimir
Blogger La Columna dijo...

¡Gracias Alejandro!

Está bien, que lo reconozcas y lo digas, de la mejor manera posible.
Hasta pronto
Andrea

24 de noviembre de 2008 10:57

Suprimir
Blogger La Columna dijo...

¡Hola Valentina!
En hacerlas a la vez está la raíz de los problemas de atención, del estrés, de la postergación, etc.
Hasta pronto
Andrea

24 de noviembre de 2008 11:00

Suprimir
Anónimo Anónimo dijo...

Si las empresas lo piden¿por qué no hacerlo?
Gabriela

24 de noviembre de 2008 11:01

Suprimir
Anónimo Anónimo dijo...

Las estrategias que propones en cada columna me sirven mucho. Muchas gracias
Leticia

24 de noviembre de 2008 13:22

Suprimir
Anónimo Anónimo dijo...

¡Hola Andrea!
Esta mañana me pegaste muy fuerte con la charlita. Soy de ponerme en el lugar de la víctima, y me quedo ahí, cómoda. Pero hoy, me hiciste ver que puedo hacer más y hacerme cargo.
Gracias
Melina

25 de noviembre de 2008 18:54

Suprimir
Anónimo Anónimo dijo...

No me pude comunicar en todo el día de ayer. Muy interesante el planteo de hacerse cargo y poder hacer en lugar de solo pensar y sentir.
También nosotros esperamos las pregntitas que le hace al oso, nos abren la cabeza.
Valentina

26 de noviembre de 2008 8:19

Suprimir
Anónimo Anónimo dijo...

Creo que los problemas con internet pasan tambien en este blog, Andrea. No me podía conectar.
Me dejaste pensando el otro día, y creo que estas en lo cierto, que solo poder pensar en las cosas lleva a angustiarse, en tanto que hacer conecta con la autoconfianza.
Te leo y escucho siempre
Elsa

26 de noviembre de 2008 18:17

Suprimir
Anónimo Anónimo dijo...

Sí dificilísimo comunicarse!
Te escuchamos y se armó una discusión bárbara en la oficina Andrea, pero por supuesto rebuena la columna porque nos abre conversaciones super interesantes!
Los amigos de la oficina gris

26 de noviembre de 2008 18:20

Suprimir
Anónimo Anónimo dijo...

Me gustan las charlitas que arman entre el Oso y vos. Inteligentes y super enriquecedoras.
Bettina

26 de noviembre de 2008 18:27

Suprimir
Blogger La Columna dijo...

¡Hola Gabriela!

Porque estresa, desgasta y porque hay mejores formas de trabajar en beneficio del trabajador y de la empresa
Hasta pronto
Andrea

27 de noviembre de 2008 9:48

Suprimir
Blogger La Columna dijo...

¡Gracias a vos Leticia!
Hasta pronto
Andrea

27 de noviembre de 2008 9:48

Suprimir
Blogger La Columna dijo...

¡Gracias a vos Melina!

Suele ser en algún sentido cómodo pero en otros angustiante.
Hasta pronto
Andrea

27 de noviembre de 2008 9:49

Suprimir
Blogger La Columna dijo...

¡Gracias Valentina!
Ha resultado difícil comunicarse durante esta semana.
Hasta pronto
Andrea

27 de noviembre de 2008 9:50

Suprimir
Blogger La Columna dijo...

¡Gracias Elsa!

Les pido disculpas, los problemitas de internet tambien afectan el entra y el dejar mensajes en el blog.
Hasta pronto
Andrea

27 de noviembre de 2008 9:51

Suprimir
Blogger La Columna dijo...

¡Hola amigos de la oficina gris!

¿No será que ustedes me usan de excusa para discutir?
Hasta pronto
Andrea

27 de noviembre de 2008 9:51

Suprimir
Blogger La Columna dijo...

¡Gracias Bettina!
Andrea

27 de noviembre de 2008 9:52

Suprimir