20.11.08

La Columna, edición del 20 de Noviembre de 2008

Hábitos laborales



Si se abarca mucho, se aprieta poco y mal


Considerada una habilidad, la realización de múltiples tareas simultáneas es, sin embargo, una traba para la efectividad, la colaboración y la salud.

Muchas personas se sienten orgullosas al decir que pueden desarrollar muchas tareas diferentes simultáneamente. Pueden sostener el teléfono entre la cabeza y el hombro mientras conversan, mandar un mensajito por celular con una mano mientras cliquean una búsqueda en Google con la otra y escuchan, por supuesto, todo lo que uno les está diciendo en ese momento.

Equiparándose con las poderosas computadoras, hacen muchas cosas al mismo tiempo, dividen su atención y logran, según dicen, ser más efectivas en un lapso mucho menor. Solemos verlas en las oficinas, los negocios, la calle, movedizas, hiperactivas, aceleradas, ejemplos típicos de habitantes de este mundo cada vez más tecnologizado.

Es que la tecnología incrementa las posibilidades que tenemos de hacer varias tareas a la vez. Facilita procesos, pone al alcance formas rápidas de comunicarse y se ha vuelto tan portátil, que nos acompaña adonde vayamos.

También en conexión con la vanguardia técnica, se ha denominado multitarea (multitasking, en inglés) a esta modalidad de trabajar en varios frentes simultáneos desarrollando actividades paralelas, en un ir y venir de la atención de un objetivo a otro.

No es lo que parece

Sin embargo, hacer mil cosas a la vez puede resultar una pérdida de tiempo, causar más errores, atentar contra la eficiencia y desconectar a las personas de su entorno. Aunque dé una imagen falsa de productividad y efectividad, realizar varios trabajos simultáneamente no es práctico, va en contra de la creatividad y obliga a compartir ineficientemente recursos mentales mientras se salta de una actividad a otra.

Caemos en la trampa de creer que se puede hacer todo al mismo tiempo, cuando se trata de tareas que se han automatizado, pero a medida que se complejizan aspectos de la realización, se definen tiempos límites y se articulan trabajos con otros, comienzan a aparecer los problemas y se generan conflictos y estrés.

Detrás de esta modalidad se encuentran hábitos que las personas adquieren y sobre los que es necesario trabajar si se quiere evitar este accionar erróneo.
Imagine una situación así. Uno está trabajando sobre un documento en el procesador de texto. Se abre una ventanita en la pantalla con un mensaje de un amigo, lo contesta. Vuelve al trabajo. Suena el aviso de que un e-mail llegó. Va a la casilla. Responde el e-mail. Vuelve al documento. Suena el teléfono. Mientras habla por teléfono corrige el trabajo ayudado por el corrector. Alguien entra a la oficina y deja una carpeta en el escritorio. Usted le sonríe y le recuerda que le debe un informe. La persona del otro lado del teléfono le dice que no entiende de qué le habla. En su apuro por contestar, y ante la insistencia del sonido que le avisa que ya llegaron tres mails más, quiere minimizar el trabajo y lo cierra por accidente, sin haber guardado la versión.

Respuesta inmediata

Obligarse a estar atento permanentemente a toda la información que se recibe o intentar dar respuesta a cada mensaje inmediatamente, desestructura cualquier metodología de trabajo. Asimismo, crear en otros la expectativa de que uno responderá inmediatamente genera presiones y confusión de prioridades.

Hay acciones simples que evitan estar siempre a disposición del entorno. Organizar la lectura de e-mails en dos turnos, a la mañana y a la tarde, por ejemplo. Armar carpetas y filtros que hagan que los mensajes importantes esperados se guarden de manera ordenada y se pueda tener acceso a ellos fácilmente. Quitar el sonido en los lapsos de no atención. Apagar el celular cuando uno debe enfocarse en una tarea, una conversación, un cometido.
También es necesario destinar tiempo a las tareas que uno debe o quiere finalizar. Aplicarse a un trabajo hasta terminarlo. Realizar varias cosas al mismo tiempo es una manera de postergar todas.

Poner freno


Implicar a otros en la propia estrategia. Establecer límites. Decir que no. Comunicar verbal y claramente que uno tiene que completar algo y que luego podrá dar a la persona que lo reclama toda su atención. Demarcar tiempos de reunión, aún cuando el encuentro sea informal, y respetarlos.

Esto puede ser en un principio antipático, pero garantizará tiempo, espacio mental y posibilidades de trabajar en lo que necesita. También asegurará un mejor trato y una dedicación real a los demás.

Cuando estamos desbordados, solemos poner nuestras habilidades de comunicación en piloto automático y adoptamos algunas de las peores formas de los mensajes instantáneos. Nos volvemos rudos, impulsivos, toscos, abreviamos la información.
Cuando las tareas son tantas que no podemos conectarnos bien para completarlas adecuadamente, es tiempo de frenar y elegir qué hacer, para hacerlo bien y en el tiempo estipulado.

Recuadro
Virtud y/o defecto

En Google abundan los pedidos de empleados que trabajen en la modalidad multitarea. Aparecen 85.600, buscando sólo en inglés. Por ejemplo:

“¿Es usted increíblemente organizado y detallista? ¿Un excelente y experimentado profesional que pueda hacerse cargo del manejo de calendario y entrevistas para una de las mejores, más grandes y prestigiosas firmas legales en el país?
Requerimientos: Experiencia de al menos tres años. Detallista. Habilidades organizativas. Actitud profesional, flexible y cortés. Habilidad multitarea. Trabajo en equipo.”

Sin embargo, esta aptitud que se requiere con tanto interés, es rechazada cuando constituye un hábito riesgoso.
Según la organización automovilística británica Fundación RAC, se calcula que 50% de los conductores de entre 18 y 24 años envían textos mientras conducen. Y el resultado no sólo es la disminución en la capacidad de reacción, los SMS disminuyen en 35% el tiempo promedio de reacción de los conductores, sino éstos también suelen cruzar más los carriles y tienen un pobre control del volante.

36 comentarios:

Anónimo dijo...

A mi me pasa que cuando hago mil cosas a la vez, hago todo mal. Tenes razón. Muy buenas las columnas!
Beatriz

Anónimo dijo...

¿Qué pensas vos de las mujeres que suelen venderse con que pueden hacer varias cosas al mismo tiempo?
Es una habilidad femenina o un farol?
Germán

Anónimo dijo...

Me encantó la columna! Tan real, tan cotidiana. Mientras escribo esto ya me interrumpieron, los mails, los mensajes, el celular que suena, cuatro veces. Coincido con que lo que hay que hacer es organizarse, aunque en mi caso, tengo adicción a la información...¿cómo hago?
Damian

Anónimo dijo...

Es ser multitarea poder hacer mas cosas que los demas en el mismo tiempo?
Margarita

Anónimo dijo...

Es cierto que uno puede hacer varias cosas a la vez? Me hiciste acordar a esos jueguitos de palmera sobre la cabeza y dar vueltas con la otra mano sobre el estómago al mismo tiempo. Yo nunca pude, aunque mi hermano sí. Es está mas preparado para ser multitask?
Delfina

Anónimo dijo...

Creo que decir que no es vital. A mi me pasa que no lo hago y todos me dan cosas para hacer, me piden favores, y no puedo parar...
Fernanda

Anónimo dijo...

Me reidentifique con la columna Andrea. Soy asi, de hacer mil cosas al mismo tiempo, y es cierto también que pierdo potencia, divido mi atención y me pierdo cosas importantes. Pero hoy, acomodé mi escritorio, diagramé tareas y empecé cada cosa y la terminé...¿cómo hago para esto dure?
Gracias
Marilina

Anónimo dijo...

Para mi una cosa es decir que uno gace mil cosas a la vez y otra la realidad de hacerlas. Yo veo a muchos correr, hacer como que recontratabajan, y en realidad...
Muy buena la columna
Martín

Anónimo dijo...

Para mi lo mas bravo es decir que no, para darme espacio, y tiempo. Aún no lo puedo hacer libremente y hacerlo me ocupa la mente durante mas tiempo. ¿Qué te parece que haga?
Gracias
Magali

Anónimo dijo...

A mi me sacan de las casillas los que quieren que yo sea multitarea...Soy un tipo normal, hago de a una cosa a la vez, y no tienen porqué apurarme...he dicho.
Y muy buenas tus columnas.
Alejandro

Anónimo dijo...

Me pareció intersante la distinción entre hacer muchas cosas y hacerlas a la vez.
Valentina

La Columna dijo...

¡Gracias Beatriz!
Darse cuenta que uno lo hace es importantísimo, ya que después de eso sólo queda hacerse cargo de mejorarlo.
¡Adelante!
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Germán!

Yo conozco mujeres y varones que, como decis "se venden" asi. Y hay tanto varones como mujeres que pueden hacer muchas cosas y otros que pueden hacer cosas a la vez. No creo que sea una habilidad solamente femenina. Y creo que hay que analizar si es una habilidad o un mal hábito de trabajo...
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Damian!
Querer estar informado al instante no es malo, organizándose para no tener que interrumpir cada cosa que uno hace para informarse. El tema no pasa por dejar de hacer cosas sino no hacerlas todas al mismo tiempo.
Verificá si son necesarias todas esas interrupciones, si no es lo mismo mirar el e-mail cada dos, tres o cuatro horas, si no podes hacer que ciertos programas trabajen por vos y te faciliten el trabajo.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Margarita!
No es poder hacer mas cosas en el mismo tiempo, sino hacer muchas cosas al mismo tiempo.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Delfina!

Ja ja, me hiciste pensar que al enseñarles ese juego a los chicos podemos estar creando multitareas!

No se si por poder hacer eso está mas preparado, quizas el cree que se está preparado es lo que hace que uno lo haga.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Fernanda!
Poder decir que no, y sostenerlo no solo es bueno para no acumular tareas sino para mantener el balance entre los objetivos propios y los ajenos, establecer prioridades y elegir.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Bien Marilina!

Hacelo concientemente durante 30 días, marcá un calendario, proponetelo ferviente y perseverantemente, y se hará hábito.
Vas a ver que cada día reconocerás que tenés mas tiempo y disfrutas mas haciendo las cosas.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Gracias Martín!

Y, del dicho al hecho....
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Magali!

Elegí decir que no a una cosa o persona y hacelo. Pensá que eso te va a dar tiempo, espacio y el poder de elegir. Y tambien te va a ayudar a establecer una comunicacoón mas congruente.
Hasta pronto!
Andrea

La Columna dijo...

¡Gracias Alejandro!

Está bien, que lo reconozcas y lo digas, de la mejor manera posible.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Valentina!
En hacerlas a la vez está la raíz de los problemas de atención, del estrés, de la postergación, etc.
Hasta pronto
Andrea

Anónimo dijo...

Si las empresas lo piden¿por qué no hacerlo?
Gabriela

Anónimo dijo...

Las estrategias que propones en cada columna me sirven mucho. Muchas gracias
Leticia

Anónimo dijo...

¡Hola Andrea!
Esta mañana me pegaste muy fuerte con la charlita. Soy de ponerme en el lugar de la víctima, y me quedo ahí, cómoda. Pero hoy, me hiciste ver que puedo hacer más y hacerme cargo.
Gracias
Melina

Anónimo dijo...

No me pude comunicar en todo el día de ayer. Muy interesante el planteo de hacerse cargo y poder hacer en lugar de solo pensar y sentir.
También nosotros esperamos las pregntitas que le hace al oso, nos abren la cabeza.
Valentina

Anónimo dijo...

Creo que los problemas con internet pasan tambien en este blog, Andrea. No me podía conectar.
Me dejaste pensando el otro día, y creo que estas en lo cierto, que solo poder pensar en las cosas lleva a angustiarse, en tanto que hacer conecta con la autoconfianza.
Te leo y escucho siempre
Elsa

Anónimo dijo...

Sí dificilísimo comunicarse!
Te escuchamos y se armó una discusión bárbara en la oficina Andrea, pero por supuesto rebuena la columna porque nos abre conversaciones super interesantes!
Los amigos de la oficina gris

Anónimo dijo...

Me gustan las charlitas que arman entre el Oso y vos. Inteligentes y super enriquecedoras.
Bettina

La Columna dijo...

¡Hola Gabriela!

Porque estresa, desgasta y porque hay mejores formas de trabajar en beneficio del trabajador y de la empresa
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Gracias a vos Leticia!
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Gracias a vos Melina!

Suele ser en algún sentido cómodo pero en otros angustiante.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Gracias Valentina!
Ha resultado difícil comunicarse durante esta semana.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Gracias Elsa!

Les pido disculpas, los problemitas de internet tambien afectan el entra y el dejar mensajes en el blog.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola amigos de la oficina gris!

¿No será que ustedes me usan de excusa para discutir?
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Gracias Bettina!
Andrea