Escribe: Juan Nazar Lebnen
Director de La Opinión
El deslumbramiento de la presentación de los Juegos Olímpicos de Beijing, muestra el emerger de una potencia mundial, que ya gravita en todos los espacios geográficos del planeta. Bajo la cobertura ideológica del Partido Comunista, está ensayando en el plano de la economía un ecléctico sistema privado-estatal que le viene dando excelentes resultados a juzgar por el crecimiento sostenido de la últimas décadas. De acuerdo a las últimas informaciones, hasta el mes de febrero de este año, el gobierno chino habría aprobado la instalación de 367.550 empresas extranjeras con una inversión real de 353.200 millones de dólares, una suma superior al producto bruto de la Argentina.
Vale conocer algunos otros aspectos de la China moderna. Se le otorga una importancia crucial a la capacitación de sus cuadros dirigentes. Todo el engranaje técnico-administrativo del inmenso país, está manejado por un segmento de hombres y mujeres de entre 24 y 40 años, con dominio de idiomas, particularmente el inglés y de muy alta formación. Además le otorgan mucha importancia a América Latina y hay departamentos oficiales y universidades donde se estudia cuidadosamente el español, y no sólo ello, sino las costumbres de cada uno de sus pueblos, su geografía, sus universidades, el grado de desarrollo y su cultura.
RESPETO
En China hay un gran respeto por la ancianidad. Son los abuelos los que crían y educan a sus nietos, mientras las parejas jóvenes salen a trabajar. A los ancianos no los internan en geriátricos ni asilos. Los ancianos viven en las casas de sus hijos y son integrantes indispensables de la familia y pilar fundamental en el desarrollo educativo de los nietos.
A ello habría que agregar, que si bien los jóvenes cubren todos los cargos ejecutivos en el ámbito estatal como privado, en ningún caso llegan a puestos de conducción política y menos en la magistratura, antes de los 60 años.
El argumento es que nadie está en condiciones de conducir las grandes estrategias políticas y menos aún administrar justicia si no ha experimentado en la vida. El ejemplo que muestran es especialmente en la administración de justicia, donde ponen de manifiesto que un joven de 35 ó 40 años de edad, por brillante que demuestre ser, no está en condiciones de resolver los problemas de la sociedad si antes no lo ha experimentado. No se trata de una cuestión ideológica, sino de una herencia cultural que perdura en el tiempo.
HABITANTES
El avance acelerado de China se observa en la incesante construcción de edificios monumentales como de torres de 40 pisos o más. Consumen el tercio de la producción mundial de cemento. Trabajan en tres turnos de 8 horas por turno. Las noches están iluminadas a giorno, y una febril actividad constructiva se observa a cualquier horario. Es común que un día se observe un baldío en algún lugar de la ciudad y 24 horas después estén las topadoras nivelando el terreno para levantar una torre inmensa.
Cuando se les cuestiona el problema de los derechos humanos, la falta de libertades, o la matanza de la Plaza de Tienamen, responden que si no hubieran reprimido en aquella ocasión, es probable que se habría producido una guerra civil –como las muchas que han tenido en su historia- que habrían dejado millones de muertos.
De acuerdo a los datos oficiales, China tiene 1.350 millones de habitantes, cifras que no responden a la realidad.
En China está prohibido por ley, que el matrimonio tenga más de un hijo, pero ocurre que en las zonas rurales del interior, esa regla no se cumple estrictamente, y muchos matrimonios tienen más de un hijo pero no lo denuncian para no ser sancionados por la ley vigente.
La consecuencia es que la población real de China según estimaciones privadas rondaría en los 1.500 millones de habitantes. Un país y un mundo diferente, que expande su influencia por todo el planeta.
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