28.8.08

La República Parlamentaria.Lunes 1 de Septiembre de 2008




Escribe: Juan Nazar Lebnen
Director de La Opinión

Está visto en el mundo, y en especial en Latinoamérica que el régimen presidencialista ha cumplido una etapa que viene desde sus raíces fundacionales. Pero ello mismo ha dado lugar, en una larga y cruenta lucha por el poder, al establecimiento de sistemas despóticos de gobierno, que han conculcado las libertades individuales, han sometido a los pueblos a enormes privaciones, se ha entronizado la corrupción y todos los poderes del Estado han quedado neutralizados, permitiendo el avasallamiento de las leyes y de la propia Constitución Nacional.
Todos aquellos gobernantes que tienen incorporado el pequeño fascista en su interior, una vez que llegaron al gobierno no quieren abandonarlo por nada del mundo. No es la pasión por el bien público lo que los induce a permanecer en el poder, sino por el mero afán de regodearse en el poder para su propio beneficio.
En la reforma constitucional de 1994, se introdujo la figura del jefe de gabinete, una suerte de coordinador ministerial, porque los constituyentes no pudieron avanzar en producir un cambio sustancial, como hubiera sido instituir un régimen parlamentario, con un presidente que no gobierna y un primer ministro a cargo de la administración del Estado, como hoy existe en casi todos los países de Europa y últimamente en Rusia.

CONFLICTOS POLÍTICOS

Cuando se producen conflictos políticos insalvables, es el parlamento el que interviene, y le solicita al presidente de la República que arme un nuevo gobierno. Así funcionan las instituciones y los problemas políticos jamás alteran la marcha del Estado ni de la economía que sigue su ritmo habitual. Eso evita que un mal gobierno se soporte por 4 o 6 años, y que las crisis se sucedan unas tras otras.
Es probable que en la Argentina haya llegado el momento de debatir estos temas, con mucha participación ciudadana, cotejando modelos de otros países de mayor desarrollo en este tipo de experiencias, y convocando a los mejores constitucionalistas y expertos del país, y aún del exterior.
El ex presidente Alfonsín, un hombre que hoy es visitado por la propia presidenta de la República para interesarse por su salud, al igual que los dirigentes máximos de todos los partidos políticos, fue el mentor de la reforma constitucional de 1994 y proponía estudiar la variante de avanzar en el establecimiento de una República parlamentaria, adaptada a nuestra idiosincrasia y nuestras pautas culturales.

MANDELA

No todos los seres humanos, y menos en la política, se puede tener la grandeza de un Nelson Mandela (hoy con 90 años), que después de haber sufrido cárcel durante 26 años de su vida en las condiciones más aberrantes, haya llegado a la presidencia de Sudáfrica por el voto ciudadano, y terminado su mandato negarse a ser reelegido y regresar a la paz de su hogar. Fue el hombre que terminó con el apartheid, y después de guerras civiles sangrientas entre blancos y negros, busca la integración y la practica. Y así Sudáfrica surge como uno de los países más evolucionados del mundo. Allí donde había odio, Mandela predicó el amor, y allí donde había guerras Mandela impuso la paz.

No hay comentarios: