7.8.08

La Columna, edición del 7 de Agosto de 2008

Malos hábitos en el contexto del trabajo

Obligados a trabajar con el enemigo

Cuando se debe competir por la misma zanahoria laboral, sólo unos pocos pueden ganar. Eso implica que todos pierden, principalmente la organización.

Una de las más comunes e insidiosas formas organizacionales de sabotear el propio éxito es la instalación de la competencia interna. La mayoría de las personas cree fuertemente en las virtudes de la competencia, no sólo entre organizaciones sino dentro de ellas. El competir se conecta directamente con el acento cultural en el poder individual, y con la filosofía darwinista que destaca la supervivencia del más apto.

Las empresas y organizaciones más exitosas son feroces competidoras, pero desarrollan sus contiendas con rivales externos, no entre sus propios integrantes. Sin embargo, hay otras muchas organizaciones que incentivan la competencia interna, creando “pistas de carreras” en las que sólo una persona, un grupo, un departamento o una división pueden ganar.

“A todo o nada”

Y aunque se hace rápidamente la relación mental entre la competencia y los premios, bonus, distribuciones diferenciadas, nombramientos de empleados del mes, méritos por alcanzar presupuestos, publicación de rankings… más que estas prácticas, lo que produce las luchas internas es la gestión inadecuada de las mismas.

Cuando en la búsqueda de motivación y altos desempeños se crea una situación de “a todo o nada”, cuando el éxito de una persona o departamento debe llegar a expensas de otros, cuando se designan números uno haciendo que los demás parezcan estar por debajo, la competencia se vuelve altamente destructiva para todos.

Al poner a un empleado contra otro, transformar a colegas y compañeros en contendientes, involucrar a los grupos en enfrentamientos, se crean climas tensos y estresantes. Si una victoria representa al mismo tiempo la falla de alguien, si se fragmenta y etiqueta al grupo como ganadores o perdedores, se anula la motivación y se introduce el maltrato.

Creo, luego hago

Hay creencias fuertemente arraigadas que dan base a este tipo de procesos. Muchos dirigentes sienten que su camino hasta esa posición fue una larga carrera “en contra de”, a lo largo de la escolaridad y en los ambientes laborales.

Y creen, haciendo una analogía con el deporte, que el desempeño de una persona tiene solamente que ver con su habilidad, resistencia, preparación y actitud mental. Sin embargo, en las organizaciones no sólo cuentan los esfuerzos y capacidades individuales sino que resulta fundamental la interdependencia. La productividad, el rendimiento, la innovación y la creatividad son, en general, productos de acciones compartidas.

Predicciones efectivas

El efecto Pygmalión, o de la profecía autocumplidora, también, sostiene que cuando los líderes creen que sus subordinados se van a desempeñar bien, esas expectativas positivas suelen llevar a mejores desempeños. Así “este equipo volverá a demostrar que son ganadores”, “de este departamento depende el éxito de la empresa”, “como vendedor te superás a vos mismo” son frases que intentan llevar a los empleados elegidos más allá. Sin embargo, las profecías también son efectivas en la posición contraria. Y una vez que una persona, grupo o división es tachado de perdedor, haragán, desmotivado, imposible, el desempeño subsiguiente será menor, no sólo por la pérdida de autoestima y estímulo, sino porque con poco se llenan las expectativas pobres.

Mal ganar

“La competencia saca lo mejor de todos” reza un viejo refrán en el que se asientan los deseos de victoria en una contienda justa y desarrollada con honestidad y buenas actitudes. Pero no necesariamente las cosas se dan así. Aunque este tipo de juegos inspire a la gente a trabajar más duramente, también suele sacar lo peor de cada uno: Mentir sobre resultados, ocultar información, “robarse” a los empleados estrella, cometer fraude para llegar los objetivos. También las envidias, saboteos, manipulaciones aparecen como correlato interpersonal “lógico” de la competencia.

Detrás de la instigación a la competencia interna subyace el convencimiento de que la zanahoria para todos es el dinero y que el mayor motivador humano es el ego. Sin embargo, una vez que las necesidades básicas están cubiertas, no es el dinero solamente lo que hace a la gente feliz y la motiva para trabajar, sino el realizar una actividad enlazada con un propósito que les despierte el entusiasmo, la imaginación y las ganas de aprender.

Otra manera

La alternativa es contratar, recompensar y retener a las personas no sólo por sus habilidades individuales sino a partir de sus relaciones interpersonales, capacidad de cooperación y de trabajo en equipo. Enfocar la atención de las personas en un objetivo que involucre a todos. Fomentar el trabajo compartido, las acciones de colaboración, la ayuda entre pares. Promocionar a nuevos líderes que tengan una historia de construcción de equipos, aprendizaje grupal y trabajo en redes. Unir, no dividir.

82 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Ah, pequeña pensadora! ¡Cómo te atreves a ir en contra del gran baluarte de los negocios...la competencia...?
Interesantísima tu columna!
Ya tengo la frase de esta semana: "Enfocar la atención de las personas en un objetivo que involucre a todos".
Un placer,
Mario

Anónimo dijo...

¡Genial, genial, genial! A mi me pasó. Me harté de estar presionado, de mirar por sobre el hombro para ver si me seguían de cerca, de tener un objetivo que terminaba siendo solo mío y no poder compartir ni información, ni ideas, ni nada.
Buenísima la columna.
Javier

Anónimo dijo...

Sabes, Andrea, tengo un jefe que vive diciendo, de otro departamento, que son los que van a llevar la empresa adelante. Y aunque sé que el trabajo que hago junto con mis compañeros es tan importante como el de ese departamento, y en momentos mas, me ¡revienta!. Siento que no se valora el esfuerzo de todos por igual.
Carlos

Anónimo dijo...

Impecable la columna!
Axel

Anónimo dijo...

No se si estoy totalmente de acuerdo...pero eso es lo más interesante...me haces pensar...
¿Es realmente posible motivar, alentar, impulsar...sin hacer competir?
Gonzalo

Anónimo dijo...

Es que tambien en la escuela se plantean estos "juegos de a todo o nada" y no se evaluan otras habilidades, se trabaja desde la diversidad...se une, no se divide.
Macarena

Anónimo dijo...

¿Crees que la competencia no es natural en los empleados?
María

Anónimo dijo...

¿Y si el empleado es competitivo?
Muriel

Anónimo dijo...

Y que pasa cuando la empresa es competidora feroz en el mercado externo, ¿eso no contagia y genera la competencia interna?
Belén

Anónimo dijo...

Ponerse metas y tratar de cumplirlas lo antes posible es competir?
Matías

Anónimo dijo...

Muy interesante lo de la profecía autocumplidora ¿crees que se da también con los alumnos?
Fer

Anónimo dijo...

Impactante la foto! Y sabés, yo me fui una vez de vacaciones, y al volver me habían cambiado de lugar el escritorio, colocándolo en un lugar mucho peor, lejos del intercambio diario de información...en "una rotación de muebles" organizada por la gente del equipo de ventas ganador del mejor puesto del mes...no me comieron como al pez, pero lo intentaron.
Felicitaciones por la columna!
Raúl

La Columna dijo...

¡Gracias Mario! Sólo hablé en contra de la competencia interna...
Y la frse que elegiste me parece la solución a muchos de los problemas que afectan a las organizaciones.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Gracias Javier!
Muy gráfico tu comentario. Esa es la exacta sensación que se vive en un ambiente competitivo.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Carlos!

Esa es una de las formas de alentar la competencia interna y de hacer sentir mal y desmotivados a los empleados, que los jefes suelen usar casi automáticamente. Y no se percatan de todos los efectos que tiene.
Gracias por compartirlo
Andrea

La Columna dijo...

¡Gracias Axel!
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Gonzalo!
Claro que es posible, y no solo posible, súper necesario si lo que uno quiere lograr es la cooperación, el trabajo en equipo, la interdependencia.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Macarena!

En muchos ámbitos se proponene juegos de a todo o nada, que frustran y conectan con las debilidades a mucha gente
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola María!
La competencia es natural, pero no por eso hay que encauzarla en contra del par.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Muriel!

Si el empleado es compettivo hay que enfocar esa fuerza en un objetivo externo y ayudarlo a desarrollar actitudes y habilidades de cooperación y trabajo en equipo.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Belén!

No necesariamente tiene que contagiarse. Enormes y poderosas empresas avanzan como demoledoras en el mercado externo sosteniendo culturas de cooperación, interdependencia, valoración de las acciones conjuntas...
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Matías!
Ponerse metas y cumplirlas es avanzar, lograr, hacer...no tiene por qué tener que ver con el competir...a menos que estes hablando de competir con uno mismo.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Sí, Fer!

Se da con los alumnos.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Raúl! Es un ejemplo claro de las acciones que se habilitan en un entorno de alta competición interna.
Gracias por comentarlo
Andrea

Anónimo dijo...

¡Hola Andrea!

Dirás que nosotros solo nos enfocamos en la familia, pero es nuestro campo de investigación... Hay familias en donde se fomenta la competencia interna, entre padres e hijos, madres e hijas y hermanos contra hermanos...
Y pasa mucho.
Nos impactó la columna y los peces también!
Luis y Macarena

Anónimo dijo...

A mi me decían siempre, fijate lo que ganan los demás, si vos queres ganar eso te tenés que fijar en lo que ellos hacen...¿es eso alentar la competencia interna?
Juan

Anónimo dijo...

¿Alentar a un departamento a que logre lo que se propone es hacerlo competir con los otros?
DM

Anónimo dijo...

Me gustó lo que decis sobre el motivador principal, si lo entendieran los empleadores...
Beba

Anónimo dijo...

¿Podes escribir una columna sobre las otras competencias, esas que cada uno debería desarrollar o tener o que se yo, que te piden al presentarte a un trabajo?
Gracias
Rosario

Anónimo dijo...

Siempre entro a tu columna por la página del diario , esta vez hay material viejo ¿qué pasó?
Martín

Anónimo dijo...

A mi me pasó lo mismo...me costó encontrarte....
Pero la columns me encantó, el tema me parece muy real y se disfraza de muchas maneras pero está.
Mili

Anónimo dijo...

Te cuento algo, nosotros trabajamos en parejas de ventas. Nuestro jefe no sólo nos hace competir con las otras parejas, sino entre nosotros, está re-loco. Hemos perdido muchos compañeros que se fueron hartos y el clima es desastroso.
Geo

Anónimo dijo...

Es que si uno no compite con alguien, como se motiva?
Hernán

Anónimo dijo...

¿Cómo haces para descubrir si los líderes tienen historias de construcción de equipos? ¿en qué te fijas?
Mavi

Anónimo dijo...

¿Qué sería una actividad enlazada con un propósito que les despierte el entusiasmo, la imaginación y las ganas de aprender?
Lucía

Anónimo dijo...

Y que pasa cuando desde la dirigencia de una empresa se motiva a la colaboración y sin embargo, la gente compite?
Jonathan

La Columna dijo...

¡Hola Luis y Macarena!
Me encanta que se ebfoquen en la familia y mes que lo consideren campo de investigación. Muchas de las temáticas organizacionales se relacionan también con la familia y su acontecer.
Es cierto lo que dicen, la competencia interna puede arruinar las relaciones familiares y la competencia externa las relaciones sociales de la familia.
Hasta pronto y gracias!
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Juan! Comparar o enfocar a las personas en la comparación es una forma de incentivar la competencia interna.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola DM! Alentarlo a que logre que se propone no es incentivar la comptenecia interna. Sí lo serúa si lo alentaran a que supere a otros para lograr ese resultados buscado.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Beba!

Empleadores y empleados trabajarían mucho mejor si lo entendieran
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Si, gracias Rosario! Ya voy a escribir una columna sobre las competencias.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Martín! Se retrasó la subida de La Columna a la página del diario, pero ya está.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Gracias Mili!
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Geo!
Eso suele pasar, no sólo se hace competir a los equipos unos con otros sino a los miembros del equipo entre sí. Y tal como lo comentás hay altísimos costos en rotación del personal y creación de malos climas.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Hernán!
Puede motivarse tratado de superarse a sí mismo, enfocándose en mejorar el trabajo, embarcándose en trabajos cooperativos con otros, disfrutando lo que uno hace...hay mil formas antes que competir con el de al lado.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Mavi!
En su cv, en lo que cuenta,en su experiencia, en lo que dicen sus subordinados, en los antecedentes, preguntándoselo en una entrevista si viene de otra empresa...pos u personalidad, su forma de trabajar, por sus valores, viéndolo actuar.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Lucía!
Algo para hacer que esté enmarcado en un plan mas grande, que te de ganas de trabajar cada día en eso, que te encienda las ideas, que te convoque, que te desafíe a crecer, que te impulse a investigar y a enterarte de cosas... si, eso en lo que estas pensando...
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Jonathan!

Se trabaja con esa gente, se lo entrena en otros hábitos, se le proponen nuevos modos, se abren posibilidades para que trabaje en grupo, colaborando. Se le muestra la diferencia , se lo invita a trabajar de ese modo y se lo guía
Hasta pronto
Andrea

Anónimo dijo...

¡Muy buena esta columna!
Se las voy a leer a mis alumnos de 2do Polimodal que son muy competitivos.
Beatriz

Anónimo dijo...

Imaginate que llegas a una empresa y te ponen a dirigir un grupo que hasta ahora era super competitivo, ¿cómo lo transformarías?
Gaby

Anónimo dijo...

Vos podes creer que yo trabajé en una escuela en donde las maestras competían entre ellas! Era por épocas, que los trabajos que les hacian hacer a los chicos, que la ropa que se ponían, que los libros que leían, que los cursos que hacían...me volvieron loca!
Eso me hizo pensar que la competencia es natural en las personas, pero ahora tu columna me posibilitó ver que s epuede cambiar desde la gestión. Muy piola lo tuyo!
Manuela

La Columna dijo...

¡Hola Beatriz!

Ojalá les sirva para discutir el tema .
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Gaby!
Antes que transformarlos, habría que proponerles que reconozcan que son competitivos, que descubran en quiénes enfocan esa competitividad y que logran con eso. Luego habrá que favorecer otro tipo de actitudes y ayudar a canalizar esa energía "en contra de". La transformación o al menos, el cambio de objetivos, llegará con el trabajo diferente.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Manuela!

Claro que te creo. La gente compite en diferentes ámbitos, pero compite cuando no tiene otra manera de relacionarse. Si se le proponen nuevas formas, se establecen otros parámetros, se habilitan estrategias diferentes, la gente colabora, trabaja junta, coopera.
Hasta pronto
Andrea

Anónimo dijo...

¡Hola Andrea! Te vamos a escuchar hoy en la radio. Nos gustó esta columna y nos hiciste revisar modos. Descubrimos que competimos en pequeñas pavadas, mas que en el trabajo importante, pero que en definitiva competimos. Y también descubrimos que tenemos un superior que nos hace competir y otro que no...al que sí, le dejamos tu columna sobre el escritorio, ji, ji.
Los amigos de la oficina gris.

Anónimo dijo...

Buenisima la charlita tuya con el Oso esta mañana! Lo único de lo que me tengo que quejar es que uno se queda con ganas. Propuesta (viste que aprendi) junto firmas para pedirles que hagan un programa juntos.
Amanda

Anónimo dijo...

Muy buena la columnita de la radio. Y a mi tambien me encantó la frase de "para pasar el charco hay que pararse en lo seco".
Soledad

Anónimo dijo...

Me divirtió la charla de hoy en la radio, y me parecio muy actual el tema. Todos nos quejamos pero pocos proponen y se hacen cargo.
Felicitaciones!
Jorge

Anónimo dijo...

Me interesa el tema de la diferencia entre quejas y reclamos. ¿podes escribir una columna sobre eso?
Gonzalo

Anónimo dijo...

Me quejo, me quejo, me quejo...propongo....mas tiempo se charla entre ustedes dos en la radio...ampliando los temas, generando buena radio...hacen falta!!!!
Teresa

Anónimo dijo...

Sabes que es lo mejor que tienen ustedes dos, el Oso y vos, que no compiten, que se escuchan, que muestran otra cara de la radio, amigable y seria.
Macarena

Anónimo dijo...

Interesante lo de la queja y la crítica...se lo pegué en la heladera a mi mujer...y de paso, lo veo yo.
Beto

Anónimo dijo...

Intenté escucharte por la web en la radio hoy y no puedo. Me quedé con las ganas, sobre todo despues de leer los comentarios de la gente. ¿Qué puedo hacer?
Josefina

Anónimo dijo...

Muy bueno lo de la radio, nos quedamos con ganas de mas.
los amigos de la oficina gris

Anónimo dijo...

Quiero una columna sobre críticas, quejas y reclamos. Lo de la radio fue bueno, pero corto, como siempre.
Bea

Anónimo dijo...

Andrea, me gustaría un programa en la radio donde analices casos de organizaciones, comentes estos temas tan interesantes mas largamente y puedan charlar mas tiempo con el Oso.
Jazmín

Anónimo dijo...

Sabés, me dejaste pensando con eso de la crítica...soy docente y me he comprometido a ver la manera en que devuelvo a mis alumnos los trabajos que están mal, cómo les eñalo los errores. Quiero hacerme cargo, ser parte y proponerles cosas.
Gracias
Lucía

Anónimo dijo...

Un jefe que siempre te esta comparando con otros, te obliga a competir?
Hugo

La Columna dijo...

¡Hola amigos de la oficina gris! ¡Qué bueno que hayan podido revisar esas cosas! Y no se olviden, dentro de unos días, de preguntarle al superior si leyó la columna y abrir una conversación con él sobre la competencia. Eso va ayudar mas.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Gracias Amanda!
Andrea

La Columna dijo...

¡Gracias Soledad!
Andrea

La Columna dijo...

¡Gracias Jorge!
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Gonzalo! Si, voy a escribir una columna sobre ese tema en el futuro.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Gracias Teresa!
Andrea

La Columna dijo...

¡Gracias Macarena!
Andrea

La Columna dijo...

¡Ja,ja Beto! ¿Por que mejor no lo charlan?
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Josefina!
Le voy a pasar tu inquietud a los encargados del tema.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Gracias amigos de la oficina gris!
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Bea!
Está bien, ya vendrá una columna sobre el tema. Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Gracias Jazmín, ya nos armaste el programa!
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

Seguramente van a ganar todos, Lucía.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Hugo! No te obliga, pero tampoco te deja muchas opciones.
Hasta pronto
Andrea