3.7.08

La Columna, edición del 3 de Julio de 2008

Cómo medir mucho más que el desempeño.

Evaluar para acompañar el crecimiento


“¿Cómo estoy haciendo mi trabajo? La gran mayoría de los empleados se hacen esa pregunta. Un programa de evaluación diseñado especialmente aportará datos para responderla, y ayudará a mejorar el desempeño, disminuir la rotación y construir confianza.


Las organizaciones que aprenden desarrollan la evaluación como un proceso constante cuyo propósito principal es acompañar a los empleados en su desarrollo profesional. Para comprometerse con esta herramienta no son importantes el tamaño, los objetivos, el área de acción, o el presupuesto de la organización, sino la decisión de medir para contar con información relevante a la hora de sostener el crecimiento.

Sin embargo, ciertas creencias limitan el involucrarse en un programa de evaluación. “Los buenos empleados saben que lo hacen bien, los malos no quieren enterarse”, “La valoración interfiere con las relaciones personales. Hace que las personas se sientan mal y celosas por los resultados de otras”, “Hay cosas que es mejor no decir”, “Un proceso así toma mucho tiempo”, “Los jefes no se animan a evaluar”, “No sabemos cómo hacerlo”, “No hay presupuesto”.

Ver más allá

Un programa de evaluación diseñado apropiadamente excede la mirada sobre el desempeño y logra también:

  • Mantener u optimizar la satisfacción y autoestima del trabajador permitiéndole conocer que en la organización se valora y se promueve su crecimiento tanto como su trabajo.
  • Servir como una guía sistemática para la planificación de capacitaciones y entrenamientos.
  • Reconocer determinadas habilidades, talentos y capacidades que de otra manera podrían no ser notadas.
  • Ayudar en la planificación de movimientos que permitan reubicar a los empleados de acuerdo con sus capacidades u otorgarles nuevas oportunidades
  • Proveer a cada evaluado la oportunidad de discutir problemáticas laborales, intereses particulares o propuestas con su supervisor o evaluador.
  • Conseguir datos sustanciales que habiliten decidir ajustes salariales, promociones, premios, acciones disciplinarias o despidos.

Las líneas generales a la hora de comenzar a pensar un programa de evaluación pueden obtenerse a partir de las siguientes preguntas:

¿Cuáles son los objetivos?

Las evaluaciones ideales son aquellas armadas especialmente, diseñadas a partir de las necesidades, los modos propios y la situación de la organización. ¿Necesito trabajar sobre la motivación? ¿Pongo el foco en ideas de cambio para el negocio? ¿Evalúo promoviendo el trabajo en equipo? ¿Cómo hago para medir puntualidad si acá nadie cumple horario fijo?

¿Quiénes serán evaluados?

Todos. El fluir de información no será parcial y saber que todos están involucrados evitará rumores y personalizaciones tipo ¿Por qué a mí? Comenzar con los puestos más altos para luego ir bajando sirve para dar el ejemplo. Sin embargo cuando la evaluación no es una práctica habitual, puede comenzarse con los empleados nuevos. Son, naturalmente, los que concitan mayor atención y el aporte de información puede servirles para desarrollar el potencial que mostraron al emplearlos. Los empleados antiguos, que nunca han participado de una evaluación deben ser incluidos cuidadosamente. Enfrentarse a una planilla o a una conversación evaluativa por primera vez puede disparar temores y pérdida de confianza, generando dudas “¿qué hice mal? ¿Qué me quieren decir con esto?”. Comunicar claramente los objetivos y consensuar los métodos ayudará a que todos se involucren naturalmente.

¿Evaluamos grupos o individuos?

La evaluación es habitualmente individual, lo que habilita la revisión y el aliento de esfuerzos personales. Pero cuando el trabajo en equipo es central en la organización, la valoración debe enfocarse primero en el funcionamiento del equipo. Una segunda etapa puede desarrollarse a partir de evaluaciones personales enfocadas en el aporte a los objetivos del equipo, la ubicación en el mismo y la cooperación con los compañeros.

¿Evaluación formal o informal?

Las dos. Las evaluaciones formales se realizan según un cronograma, por ejemplo, dos veces al año y generan documentos escritos (planillas o informes). La evaluación informal surge de las necesidades del momento y a partir de una comunicación abierta. El reconocimiento, cotidianamente y en público. Las correcciones, cuando es necesario y en privado. No se genera documento alguno.

Diseñar el propio programa de evaluación habilita a la organización para medir aquello que le interesa y aprender a descubrir lo que aun no sabe. Será una valiosa herramienta para impulsar el crecimiento de los empleados y optimizar el aprendizaje organizacional.


Recuadro:

El hombre que podía volar

Evaluar para comprobar lo que ya se sabe es un error habitual. Evaluar para confirmar, sin percibir ni estar abierto a lo diferente.

“El evaluador indicó a los empleados que hicieran tres flexiones tocándose los pies. Un empleado dijo “No puedo”. El evaluador sentenció: “Cero, no sirve”.

Entonces el empleado saltó por el aire, realizó una graciosa cabriola y volvió a su sitio.

El evaluador dijo: “No pedí eso"

Entonces el empleado abrió los brazos, voló sobre el parque y fue a posarse sobre un níspero.

El evaluador dijo: “Es inútil. Ya evalué y califiqué. No sirve”.

(Adaptado de “El hombre y sus laberintos”, de Alicia Regolli de Mullen)

75 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenísima la columna! Ahora ¿por qué decis que no se necesita presupuesto?
Martín

Anónimo dijo...

Me encantó lo del hombre que podía volar. Esta semana tenemos una capacitación sobre evaluación y voy a llevar tu columna.Tenemos un ateneo de docentes, nos reunimos cada semana con un tema para trabajar.¿Puedo llamarte para conversar ciertos temas que nos preocupan y en los que podes asesorarnos?
Soledad (Ateneo docente de San Luis)

Anónimo dijo...

Tenemos un negocio chiquito, somos tres. ¿creés que sería bueno evaluar?
¿qué cosas? ¿Para qué nos podría servir?
Patricia

Anónimo dijo...

Evaluar...parece tan obvio y sin embargo nunca se nos ocurrió hacerlo sistemático. Buenísima tu columna y gracias de nuevo por abrirnos la cabeza.
Los amigos de la oficina gris

Anónimo dijo...

Nosotros somos tres hermanos a cargo de un negocio. No hay empleados. ¿Nos evaluamos unos a otros?
Piero

Anónimo dijo...

¿La devolución de la evaluación quien la hace?
DM

Anónimo dijo...

¿Quién dirige un programa de evaluación así?
Belén

Anónimo dijo...

¿Qué medís al evaluar?
Socorro

Anónimo dijo...

"Hay cosas que es mejor no decir".¿Qué se puede pensar distinto de eso?
Beatriz

Anónimo dijo...

Podés dar un ejemplo de armar una evaluación de acuerdo con una situación? Gracias.
María

Anónimo dijo...

¿Cómo haces las dos evaluaciones formal e informal? ¿Al mismo tiempo?
Margarita

Anónimo dijo...

¿Cómo estoy haciendo mi trabajo? Ojalá alguien me lo hubiera dicho alguna vez. He sido y soy una empleada modelo, pero seguramente tenía cosas que aprender, que mejorar, que hacer de otra manera. Una evaluación me lo hubiera permitido.
Muy buena la columna.
Isabel

Anónimo dijo...

Me pareció respetuoso y considerado lo de los empleados antiguos. Ahora te pregunto, ¿no habría que incluirlos en la evaluación de los nuevos?
Alberto

Anónimo dijo...

¿Cómo hago para medir puntualidad si acá nadie cumple horario fijo?
Bertie

Anónimo dijo...

¿Te parece viable la autoevaluación?
Roxana

Anónimo dijo...

¿Cómo se hace la devolución de la evaluación?¿Quién se encarga de eso?
Juan

Anónimo dijo...

¿Quien define qué se evalúa y a quiénes se evalúa? Suena fantástico pero...es practicable?
Jesús

Anónimo dijo...

Al evaluar, hay que dar un resultado, poner una calificación o algo al empleado?
Pablo

La Columna dijo...

¡Gracias Martín! No dije que no se necesita presupuesto, sino que el presupuesto no es lo mas importante a la hora de embarcarse en un programa de evaluación (que puede adaptarse a todos los presupuestos) y que depende, fundamentalmente de la decisión de medir para conocer.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Soledad y la gente del Ateneo Docente de San Luis! Claro que pueden llamarme para comentarme los temas que los preocupan.
Asimismo, si me pasan una dirección de mail, lese mando el texto original de Alicia Regolli de Mullen, que está en neta relación con el ámbito docente.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola ¨Patricia!

Sí, definitivamente sí, les conviene evaluar. Para monitorear el avance, descubrir logros y obstáculos, y aprender y crecer. ¿Qué cosas? Pregúntense qué les interesaría medir. No sé qué negocio tienen, pero evaluar la relación con los clientes, por ejemplo, es imprescindible. El tiempo de desarrollo de una nueva idea. El costo de conseguir un nuevo cliente. Si, eso que se les está ocurriendo también.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Gracias amigos de la oficina gris!

Muchas cosas necesarias se aparecen como obvias.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Piero!

Es una posibilidad, pero seguramente van a encontrar montones de cosas que puedan evaluar sobre el negocio y su forma de desarrollarlo antes de comenzar a evaluarse unos a otros.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola DM!

Depende qué evaluación se haya hecho. Si es una evaluación a un empleado, lo ideal es que la desarrolle su superior directo , es decir el que lo conoce y trabaja con él, y será quien haga la devolución.

Si es una evaluación grupal, quien la coordine habilitará la devolución que cada particiopanet haga y hará una síntesis.

Habría que ver qué se evalúa, a quienes se evalua y cuál es el objetivo de la evaluación.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Belén!

Depende la evaluación, su objetivo, qué se evaluará. Pero puede promoverla cualquiera de los integrantes de la organización , de la empresa , del negocio.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Socorro!
Lo que quieras. De acuerdo con el objetivo que tengas, buscás qué medir.

Hasta pronto
Andrea

Anónimo dijo...

Buenisima la columna. Evaluar así es superador.
Mario

La Columna dijo...

¡Hola Beatriz! Esa es una opinión, un juicio, que sostiene una creencia. Podríamos decir en su lugar "Es mejor no ocultar nada", "Es bueno sostener una comunicación abierta". Lo importante es reconocer qué espacio de acción deja cada una de esas opiniones, y antes de ponerse a discutir cuál es la más valedera, elegir aquella que nos da más posibilidades.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Margarita!
La evaluación informal tiene que ser continua, la formal puede repartirse a lo largo del tiempo, establecerse de acuerdo con una agenda. Pueden, entonces, coincidir en el tiempo.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Gracias Isabel!

La evaluación no sólo permite decir qué está funcionando mal o bien, sino, como vos decís, habilita el aprendizaje de todos.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Alberto!

Depende qué se quiera evaluar, cuál sea el objetivo. Hayq ue incluir a todos en la evaluación pero hay que definir bien quién evalúa a quién, de acuerdo con el objetivo que se persigue.

Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Bertie!
¿Necesitas medir puntualidad o cumplimiento? ¿Participación? ¿Cooperación? Hay que definirlo bien. Por otra parte la puntualidad puede medirse con el cumplimiento de otros tiempos, no sólo los del horario de trabajo.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Roxana! La autoevaluación es una estrategia que puede utilizarse, de acuerdo con lo que estes buscando y quieras promover.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Juan!

Es un tema, el de la devolución de la evaluación que trataremos en otra columna, ya que es muy amplio. Pero fundamentalmente se hace con respeto, datos y hechos, no sólo opiniones, cuidado y foco en el aprendizaje.
Y la hace, en el caso de un empleado, el superior directo que lo conoce y sabe cómo trabaja. En el caso de una evaluación grupal, todos, de acuerdo con una coordinación.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Jesús!
Absolutamente practicable y necesario. En las organizaciones conectadas con el aprendizaje, la evaluación formal está incluida en la planificación de tareas y la informal la desarrollan todos diariamente. Quyiense planifican deciden y promueven eso. En organizaciones pequeñas se decide por consenso.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Pablo!

Hay que hacer una devolución de la evaluación, cuanto más amplia haya sido la evaluación, más amplia será la devolución.
Hasta pronto
Andrea

Anónimo dijo...

Quiero felicitar a La Opinión y a Andrea Turchi por la calidad sostenida de su columna, lo interesante de los temas y la calidez humana que proponen.
Anabel Mendez (Resistencia, Chaco)

Anónimo dijo...

¿Como sirve la evaluación como guía para la capacitación?
Gabriella

Anónimo dijo...

Trabajo en una empresa grande. Me han hecho llenar planillas de evaluación varias veces. Nunca recibí respuesta ni me enteré de los resultados.
Se ve que no han leido tu columna.
José

Anónimo dijo...

A mi me pasó al revés, cierta vez recibí una evaluación de una jefa que tenia, habló y habló y dijo lo que quiso de mi y mi trabajo, sin haberme avisado antes que estaba siendo evaluada y sin haberme hecho participar de esa evaluación. Tampoco fue respetuosa, cuidadosa y enfocada en el aprendizaje, como proponés, Andrea. Es , la verdad, algo que me marcó durante mucho tiempo, y tal vez me impulsó a buscar poder desarrollar mi propio negocio para no tener jefes nuevamente.
Alicia

Anónimo dijo...

¿Podés escribir una columna sobre métodos de evaluación?
Gracias
Vicky

Anónimo dijo...

A mi me gustaría una columna sobre cómo comunicar una evaluación negativa.¿Estamos pidiendo mucho?
Fabricio

Anónimo dijo...

¿vos crees que sin la evaluación no se reconocen los talentos y habilidades?
Hilda

Anónimo dijo...

¿evaluar es lo mismo que valorar?
Peti

Anónimo dijo...

¿Qué pasa si al empleado no le gusta la evaluación que le hacen?
Pedro

Anónimo dijo...

¿Se pueden mezclar la evaluación formal, la informal y la autoevaluación?
Meche

Anónimo dijo...

¿Cómo evaluamos si somos dos socios?
Carlos

Anónimo dijo...

¿Cuáles serían datos sustanciales a la hora de despedir a alguien?
Hugo

La Columna dijo...

¡Gracias Mario!

Evaluar así conecta directamente con el aprendizaje y el crecimiento
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Gracias Anabel! Y Bienvenida a La Columna.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Gabriella!

Un buen programa de evaluación señala temas o aspectos que podrían solucionarse, enriquecerse u optimizarse mediante capacitación. A partir de esos datos, es posible tomar decisiones en cuanto a implementar capacitaciones.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola José!

Es que en muchas organizaciones aun conservan el paradigma de evaluar para calificar y extraer datos. El feedback, o sea la devolución de la información es un pilar importantísimo en todo programa de evaluación integrador. Si el empleado no se entera de la información,y puede desde allí cambiar, mejorar o sentirse satisfecho ¿para qué se evalúa?
Ademas, al compartir los datos de la evaluación se genera un nuevo flujo de información, quizás mucho más valioso.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Alicia!

Evaluar sin hacer participar al otro y con los modos que relatás, es una forma de maltrato laboral.

Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Vicky! Gracias por proponerlo, en algún momento la voy a escribir.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Fabricio!
No, me gusta que propongan temas. Ya hablaremos también de cómo comunicar essas "malas noticias".
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Hilda!

No digo que no se reconocen sin evaluación los talentos y habilidades, digo que un programa de evaluación bien diseñado colabora en el reconocimiento de los talentos, habilidades y logros y no lo deja a cargo de los bienintencionados, o la casualidad.

Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Peti!

Podrían llegar a usarse comno sinónimos. Aunque solemos utilizar valorar con el significado de car valor positivo, y evaluar como la posibilidad de dar valor porsitivo o negativo.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Pedro!

Si la devolución de la evaluación se realiza centrada en el aprendizaje, respetuosa y cuidadosamente y dando participación activa el empleado, las cosas que no le gustan se transformarán en espacios a partir de los que generar nuevas actitudes, desarrollar nuevas habilidades y aprender nuevos métodos.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Meche!
Sí, es lo ideal que el programa de evaluación inclyua esas tres modalidades, informal, formal y autoevaluación.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Carlos!

Definan qué quieren evaluar. Logros, métodos, procesos, tiempos. Diseñen un programa de evaluación y ¡adelante!
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Hugo!

Los resultados de evaluaciones negativas anteriores, actas de devoluciones hechas con recomendaciones, y acompañamiento del aprendizaje necesario, con fecha y firmadas por los participantes. Evaluaciones de jefes. Es decir, todo el material del proceso que llevó al despido y que lo fundamenta.
Hasta pronto
Andrea

Anónimo dijo...

¿Sirven las evaluaciones hechas por alguien de afuera?
Diego

Anónimo dijo...

¿Hay formularios tipo para evaluar?
Felipe

Anónimo dijo...

¡Buen Día Andrea!
¿Podés hablar hoy en la radio del temor a ser evaluado?. Aún cuando en las organizaciones puedan manejarse las evaluaciones tan humana y consideradamente como planteaste en La Columna, hay mucha gente que vive con temor a ser evaluado.¿Por qué?
Luis y Macarena.

Anónimo dijo...

Muy bueno el comentario de la radio, Andrea, completó La Columna.
Gracias
Luis y Macarena

Anónimo dijo...

A partir de lo que dijiste de considerar al error como información me cayó la ficha. No digo que me va a gustar de pronto que me evaluen, pero...
Magalí

Anónimo dijo...

A mi me encanta esa charlita que hacen, el Oso te hace preguntas como si fuéramos los oyentes.
¡Me gusta mucho el espacio!
Amanda

Anónimo dijo...

Me gusta lo de la radio. Complementa La Columna y tienen muy buena onda los dos
Ana

Anónimo dijo...

¿Sos siempre tan positiva como te mostrás por radio?
José

La Columna dijo...

¡Hola Diego!
Sirven las evaluaciones enfocadas en las necesidades de la organización y en la gente. Las evaluaciones internas requieren equidad y equilibrio. Las evaluaciones externas pueden aportar cierta distancia.
Las dos sirven de acuerdo con las circunstancias.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Felipe!

Si, hay formularios pero lo ideal es desarrollar las propias evaluaciones
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Gracias Magali!
Andrea

La Columna dijo...

¡Gracias Luis y Macarena!
Andrea

La Columna dijo...

¡Gracias Ana!
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola José!

Trato de ser positiva todo lo que puedo.
Andrea