29.5.08

Rosario: lo que sigue después.Viernes 30 de Mayo de 2008

Escribe: Juan Nazar Lebnen
Director de La Opinión

Después de escuchar los discursos pronunciados en la concentración de Rosario, el gobierno canceló la reunión prevista con la dirigencia agropecuaria y Néstor Kirchner, erigido presidente del PJ, ha convocado a su tropa a dar batalla contra quienes han osado oponérsele.
Hay una reacción visceral de Néstor Kirchner, que no está acostumbrado a esos desafíos y dobló la apuesta para aplastar la rebelión. Los hombres que tienen la responsabilidad de conducir los destinos de un país, no pueden obrar por impulsos emocionales. Están obligados a mantener la serenidad, donde la racionalidad se imponga por sobre los sentimientos, porque en ello van comprometidos los superiores intereses del país.

ECONOMÍA Y POLÍTICA

Han pasado casi 80 días desde que comenzaron las movilizaciones y el paro dispuesto por el campo para resistir las medidas dispuestas por el gobierno de elevar las retenciones a las exportaciones del 35 por ciento al 45 por ciento, que el sector considera confiscatorio e inconsulto.
El tema ya ha excedido el marco económico para transformarse en un problema político de envergadura para el gobierno, que por primera vez en cinco años observa con preocupación que no puede imponer determinaciones en forma unilateral.

ROSARIO

Una convocatoria como la que se vio en Rosario, no se puede ignorar. No debiera tomarse como una provocación, sino como el legítimo derecho a expresarse en un sistema democrático. Tampoco se puede contragolpear por algunos conceptos desafiantes y poco afortunados pronunciados por el dirigente entrerriano Alfredo De Angeli.
Lo que realmente importa y que inquieta al oficialismo es el poder de convocatoria de un sector de la sociedad que ha demostrado una capacidad de movilización que desde los tiempos de Perón no se conocía en la Argentina.
Y lo que más preocupa seguramente, es que se hace desde un discurso progresista, que parecía monopolizado por Néstor Kirchner. Es por ello que el ex mandatario busca instalar en la opinión pública la visión de que la oposición a su política tiene el signo del neoliberalismo, al tiempo que imparte instrucciones precisas de alineamiento incondicional dentro del PJ, aunque sufre la deserción de dirigentes importantes, como el gobernador Juan Schiaretti de Córdoba o el senador Carlos Reutemann de Santa Fe, entre otros del interior del país.

IMPACTO

En el interior es indisimulable el impacto que viene produciendo la movilización del campo. Hay una virtual paralización de la mayoría de las actividades, la incertidumbre lleva a los ahorristas a no renovar los plazos fijos y los bancos están sintiendo los remezones de ese estado de ánimo que invade a sus clientes habituales.
Ese quietismo se ha extendido al comercio, la industria y los servicios, especialmente el transporte automotor de carga que experimenta pérdidas cuantiosas.
Muchas empresas vinculadas directa o indirectamente con el agro –y en el interior lo están casi todas-, ante la falta de demanda y la caída abrupta de la producción, se ven compelidas a suspender personal por lo insostenible de la situación.

NADIE CEDE

El panorama se ensombrece ante la intransigencia de las partes, que ha dejado de ser una cuestión sectorial para transformarse en un problema de dimensiones nacionales.
Después de la catástrofe experimentada en el país en el 2001/2, hubo una lenta y sostenida recuperación de la economía en estos últimos cinco años, que se ha visto reflejada en las pequeñas y medianas empresas del interior.
Ahora se está de regreso a una zona de riesgo en la que se puede caer si este conflicto se prolonga. El cansancio y la decepción puede apoderarse de la gente, que no desea volver a empezar luego de tantas experiencias frustrantes en las que entregó lo mejor de sus energías y lo más alto de sus ilusiones.

No hay comentarios: