| Escribe: Juan Nazar Lebnen Director de La Opinión Hace cinco años que se habla desde un atril y todo el mundo -o casi- se mostraba de acuerdo con las duras pontificaciones del recién llegado. En los tiempos de Menem todo el mundo -o casi- celebraba las ocurrencias del «turco» y cualquier tontería que decía sonaba a genialidad. Salvo Carlos Gardel, casi ningún personaje de nuestra corta y por momentos sombría historia, se salvó del ridículo. Y ya lo dijo el hombre que aprendió más en el exilio que como gobernante, con una de sus frases de antología: de que «se regresa de cualquier parte, menos del ridículo». Un antiguo conocido del autor de esta nota, el señor Rubén Manusovich, presidente vitalicio de Fedecámaras, una pequeña organización que reúne a comerciantes pequeños de los barrios porteños, se disfrazó de peronista para viajar a Gualeguaychú en un raid mediático armado con el acuerdo de La Rosada para pincharle el globo a De Angeli, que se declara hombre de izquierda. LA IZQUIERDA Como Manusovich pertenece a la carpa tradicional de la izquierda argentina, y de última se le respetó en esa militancia, resultó grotesco que se prestara para una maniobra disuasoria concebida por los personeros oficiales que no toleran que alguien como De Angeli -un deconocido iletrado- los «corra por izquierda» como se suele decir en la vulgata política. Y lo que rebasó el vaso fueron las declaraciones de Buzzi el presidente de Federación Agraria, elogiando la política de Evo Morales, el ícono de los «zurdos» latinoamericanos después de Fidel. Resultaba insoportable que quienes se consideraban los dueños de la dialética izquierdista, se toparan con toscos agricultores que le disputaran el espacio. Entonces apelaron a Manusovich, que conoce el paño de las ideologías, pero un mal cálculo les estropeó la fiesta. ESTRATEGIAS POLÍTICAS No hay certeza de que lo que dijo Buzzi parte de sus verdaderas convicciones. Ni tampoco del izquierdismo militante de De Angeli, pero cierto o no, las estrategias políticas de estos hombres que emergen de los pastos para decirlo de algún modo vinculado a lo telúrico, están dando lecciones a quienes se consideran maestros de las estrategias políticas. Porque, hay que admitirlo -lo hemos dicho en esta misma columna- este movimiento agropecuario es un antes y un después en la política argentina de estos últimos tiempos. Marca claramente el funcionamiento de una bisagra en el adormecido panorama del espacio político argentino, tan inespersado como sorpresivo para los cánones con que se manejan los que suponen entender a Maquiavelo. Tal vez, sin saberlo, los hombres del campo utilizaron sabiamente la fuerza del adversario para desde la debilidad paralizar sus embestidas. Lograron concitar la atención de todo un país, corrigieron en el camino las medidas que molestaban al conjunto social, y provocaron la adhesión de las clases medias de las ciudades, tradicionalmente renuentes a tomar partidos riesgosos. Lograron unirse en la diversidad, a pesar de las diferencias ideológicas de sus componentes y cerraron filas para impedir que se filtren los cuerpos extraños, le quitaron protagonismo a las figuras que no encajaban en el esquema, y se lanzaron a la búsqueda de consensos dentro de todo el espectro social. RECAMBIOS Después de esto, se percibe el surgimiento de una nueva dirigencia. Han logrado que el antiguo estereotipo de una dirigencia agropecuaria abroquelada en sus intereses sectoriales, quedara en la retaguardia, y aparecieran los frescos recambios de una joven vanguardia integrada a la problemática social de los que menos tienen. Y no desde una mera actitud especulativa, sino con el convencimiento de que los cambios son necesarios y deben producirse a partir de una nueva toma de conciencia, de que están impelidos a combatir las desigualdades abismales de los que luchan a diario por una porcién de comida para la subsistencia, de los chicos que mueren sin pan y sin asistencia a la salud ni a la educación. Si este movimiento logra superar los egoísmos de quienes sólo miran por el ojo de la cerradura de su propio bienestar, será bienvenida esa renovada aspiración por abrazar una visión paradigmática de una sociedad que deja de mirar su propio ombligo para extender la mirada hacia un horizonte donde la grandeza se mide en términos de profunda solidaridad humana. |
8.5.08
El desgaste de un estilo. Martes 13 de Mayo de 2008
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1 comentario:
Felicitaciones director de Ambito Financiero.
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