| Escribe: Juan R. Nazar Director de La Opinión Pocas veces en la historia de las últimas décadas se ha dado una situación como la que se vive hoy en el campo argentino, que no se da tranqueras adentro, sino que lo están haciendo como propio otros sectores de la sociedad, que observan con preocupación el avance del estado sobre los medios de producción. Una retención sobre las exportaciones del orden del 45% a lo que se agregan los impuestos nacionales, provinciales y municipales, supone un grado de intervencionismo que se aproxima a una confiscación. Los productores agropecuarios no “se han cansado de ganar plata” como se oye en algunas voces irresponsables. Es cierto que han hecho buena diferencia en estos últimos años, merced a las circunstancias favorables de estos últimos años en el comercio internacional. Es verdad también que en los años buenos, los productores se tecnificaron, compraron maquinarias, mejoraron el suelo, invirtieron en rodados, construyeron instalaciones, tecnificaron los tambos, pagaron a profesionales para optimizar los rendimientos, seleccionaron semillas, y en nuestra zona, además de todo eso y más, se instaló una de las tres cuencas lecheras más importantes de la provincia de Buenos Aires. Todo eso significó realizar fuertes inversiones, trabajo personal, empleo de mano de obra, investigación, modernización y todo que corresponde hacer para competir en el mercado interno e internacional. Por lo demás, el sector agroalimentario se ha convertido en una producción estratégica a nivel mundial por la escasez de alimentos en vastísimos sectores de la población del planeta (se estima en mil millones de personas subalimentadas), y la Argentina según estimaciones de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación) está en condiciones de producir alimentos para 350 millones de personas. MOTOR REGIONAL Además de la generación de divisas para el país, el sector agroalimentario provoca grandes transformaciones donde interactúa con la industria, el comercio, el transportes y los servicios. Motoriza a las economías regionales y es fuente de recursos tributarios a través de las exportaciones. En esta materia, como en otras, es menester cambiar el discurso político. El mundo ha evolucionado, en buena parte, por efecto de los avances cietíficos y tecnológicos. La izquierda tradicional argentina tiene que revisar algunos de sus planteos que resultan anacrónicos a la luz de los nuevos acontecimientos que se viven en el mundo. En los Estados Unidos y en Europa, el estado subsidia a los productores agropecuarios que compiten con los nuestros, a quienes nuestro estado trata de exprimirlos hasta dejarlos sin oxígeno. En la China comunista, en los últimos congresos partidarios, se hicieron severas críticas sobre los modelos de producción, y resolvieron abrirse a la inversión extranjera y a darles mayor libertad a los productores del campo. China es el país que en términos reales recibe el mayor ingreso de inversión extranjera directa en el mundo. En China se siembra hasta la marca del pavimento en las rutas, donde no hay banquinas y en las casas se siembra huerta hasta en las masetas. VIOLADO POR SUS POLÍTICOS Nuestro país está bendecido por la naturaleza, y violado por sus políticos y gobernantes, sin que ello signifique generalizar, porque los hay también patriotas que se juegan en las buenas y en las malas. Es necesario entender que el pueblo ha dejado de ser un invitado de piedra. Hoy –como siempre- la gente piensa con el bolsillo, pero también con la cabeza unida a los sentimientos. Personajes de las calidades de un D’Elía, muy flaco favor puede prestarle a un gobierno que en la voz de su Presidenta busca otorgarle calidad a esta nueva etapa institucional. Los productores auténticos, que saben de poner las manos en la tierra, saben de lo que hablan. Se sienten menospreciados y calificados de lo que no son. No fueron ellos los que negociaron con todos los gobiernos –incluyendo a los de la dictadura- porque no salieron de sus campos, de sus chacras y sus quintas. A lo sumo se los puede tildar de indiferentes, pero si así fuera, tendríamos que revisarnos todos y cada uno para ver cuántas veces nos jugamos por aquello en lo que decíamos creer. «El que esté libre de pecado que tire la primera piedra». | |
20.3.08
Una situación muy compleja. Lunes 24 de Marzo de 2008
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2 comentarios:
¿El diario va a pedir perdón por esta frase escrita por Ana María Ford?
“No hay que dividir en gente de derecha y de izquierda, sino en gente de bien y gente de mierda.“
Ya hay una denuncia en el INADI.
No me extraña viniendo de quien viene. Esa es la chupasirio o es la hermana, que siempre le dan lugar ahí.
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