20.3.08

No conocen la Argentina real. Jueves 20 de Marzo de 2008

Escribe: Juan R. Nazar
Director de La Opinión

La ausencia de políticas muchas veces se traduce en política de agresión contra la actividad productiva. De ninguna otra manera puede interpretarse la actitud del gobierno nacional hacia la actividad agropecuaria, sobre la que muestra un supino desconocimiento del valor que encierra la explotación de la tierra y sus derivados como no sea el desmedido afán recaudatorio.
La economía de nuestra zona y de todo el interior del país, en especial la denominada pampa húmeda, depende fundamentalmente de la producción agropecuaria. Esto es una verdad de perogrullo. Lo que más cuesta entender es que no entiendan los que tienen obligación de entender, y no pretendemos hacer un juego de palabras.
El Estado nacional, no sólo no ha tenido una política agropecuaria, sino que agrede innecesariamente al sector que es sustento de la economía nacional. Tradicionalmente, a la Argentina se la conoce en el mundo por sus carnes y sus granos, y en otros aspectos por el valor de sus investigadores e intelectuales, sin olvidarnos de nuestros deportistas.

EL FACTOR AGROPECUARIO
Los que vivimos en estos lugares, aún los que no pertenecemos al sector, sabemos que si al campo no le va bien, tampoco le irá bien al resto de las actividades comerciales, industriales y de servicios. En los años de inundaciones, en períodos de sequía, toda la comunidad sufría el flagelo de la naturaleza, porque todos asumíamos como propia la desgracia que se abatía sobre la tierra que dejaba de producir, y no importaba quién era el dueño de la tierra, porque ése era otro debate, que si correspondía, se daría en tiempo y forma en las circunstancias adecuadas.
Cuando un peligro se cierne sobre el conjunto de la comunidad, no se pregunta cuál es el color del pelaje, sino que se sale a defender los valores comunes que nos identifican. Y sin caer en el tremendismo, diríamos que hoy estamos en riesgo, porque hay funcionarios nacionales que implementan medidas desde un escritorio sin conocer la Argentina real, la que amanece cada día, la que produce y sueña, la dotada por la naturaleza para producir alimentos para 300 millones de personas.

COYUNTURA
No creemos en la mala fe de un gobierno que muestra sensibilidad para resolver los problemas de los que menos tienen. Creemos sí que apela a medidas de coyuntura con el objetivo de hacer caja a cualquier costo, sin importar las consecuencias.
Se va por el campo porque es la manera más simple de hacer caja sin coparticipar con las provincias, cuyos gobiernos tienen que venir a mendigar a La Rosada para pagar los sueldos de la administración. No creemos en la consistencia de una política que carece de una política agropecuaria, en un país de economía agropecuaria.
Y es tan temerario como inconducente extraerle recursos al sector hasta debilitarlo de tal forma que lo que ha sido históricamente la fortaleza del país, se sumerja en una crisis que ya se manifiesta claramente en la ganadería y en la producción lechera. Los productores están siendo empujados a una rebelión en defensa de la producción y del trabajo. La comunidad en su conjunto apoya sus legítimas demandas.

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