Escribe: Juan R. Nazar Director de La Opinión El director de La Opinión resalta el aporte de uno de los más grandes poetas argentinos de todos los tiempos, que a los 77 años acaba de obtener el Nobel de la lengua castellana, como se le dice al Premio Cervantes, por su conmovedora poesía, un “símbolo de la palabra frente al horror”. El poeta argentino Juan Gelman (77) obtuvo el Premio Cervantes, el Nobel de la lengua castellana. Según la corresponsal del diario “La Nación” en Madrid, Silvia Pi-sani, los fundamentos del fallo del jurado presidido por el titular de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha, “trasuntan un compromiso con la realidad”. Y por haber sabido integrar en ellos “su terrible historia personal”. El fallo reconoció además “las vicisitudes personales” del galardonado quien perdió a su hijo y a su nuera “en manos de los regímenes militares de nuestro país y de Uruguay , y dedicó largos años de lucha en buscar y recuperar una nieta nacida en cautiverio”. La noticia del premio al poeta argentino radicado en México, se la comunicó el ministro de Cultura español, César Antonio Molina, para quien la literatura de Gelman “es lacerante porque lleva la poesía tatuada en los huesos”. RESISTIR AL HORROR En el mismo sentido el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, le envió un telegrama a Juan Gelman, refiriéndose a sus poemas como “símbolos de la resistencia de la palabra frente al horror” y añadió que “la poesía es la eterna vencedora”, donde las palabras de Gelman “abren espacios para entender lo incomprensible” y permiten vivir “con la esperanza y la capacidad de amar intacta”. A su vez el poeta galardonado manifestó que “lo que mueve y crea obsesiones es la realidad misma. Cuando la realidad choca con el interior crea una especie de dentro-fuera. Mis obsesiones son el amor, la muerte, la infancia, el otoño, la fraternidad, la justicia social. Son pocas y no se van. Se han hecho muy amigas”. No olvidó sentenciar; “no todo en la realidad despierta la necesidad de escribir. Como ciudadano siento responsabilidades, compromisos que no necesariamente tienen que estar en la poesía”. LA OTRA REALIDAD La vida de Juan Gelman nos lleva a algunos recuerdos y reflexiones sobre la otra realidad que se experimenta, cuando se ha perdido la libertad y se ingresa por el oscuro túnel de lo imprevisible. En esas circunstancias límites de la existencia humana, aparecen los fantasmas y las obsesiones, la indefensión y la impotencia. En el examen íntimo, en solitario con lo profundo de la conciencia, funciona la auto radiografía del propio ser. El personaje con sus luchas, sus amores, los alejados horizontes de las frustraciones, el mundo propio estremecido debajo de la piel. Los miedos, el universo absurdo de los otros, la auto inculpaciones, los dolores físicos, el sufrimiento mental. La angustia de no haber sido y el interrogante de lo que podrá ser. Y vuelven las obsesiones, esas otras que se empeñan en sobrevivir, en acerar el pecho y profundizar las convicciones. La del grito contenido que proclama la victoria sobre sí mismo, donde la verdadera vida es la que palpita en la interioridad del ser, se refugia en el pensamiento que motoriza el torrente sanguíneo y se expande hacia la luz. CONCIENCIA DEL DOLOR Estremece la definición de la poeta Juana Bignozzi cuando dice que Gelman “es la conciencia del dolor de nuestra época” y en el traslado a situaciones de la inasible realidad del presente surge la brutal flagelación de la suma de individuos adolescentes, donde padres, docentes, psicólogos, psicopedagogos, sociólogos y demás profesionales ligados a la problemática social, se muestran impotentes para absorber las derivaciones que plantea la nueva realidad que se desliza en la superficie, pero que denuncia lo mucho más que acontece en las raíces. En otros tiempos, sobre campos minados, hubo muchos como el hijo y la nuera de Juan Gelman, que buscaban modificar el mundo y la sociedad respondiendo al imperativo de las ideas, de las convicciones, de un entender y justificar la existencia humana desde la perspectiva que visualiza la creación del hombre nuevo, un desafío que proclama la posibilidad de construir las columnas que sostengan los ideales de equidad y solidaridad, un poco más fraterno que la propuesta nihilista que transforma al individuo en sujeto y objeto de la concepción puramente materialista de la vida sobre el planeta. TIEMPOS DE FURIA La recurrencia a la violencia en los tiempos de furia es el agotamiento del diálogo, del entretenimiento de los políticos que dicen una y otra vez que llegarán para establecer un poco más de equidad y de justicia entre los semejantes. No ocurre así en las afueras de París, que fue sede de un imperio que doblegó a toda Europa, ni en los suburbios de Nueva York, ni en las favelas brasileñas, tampoco en nuestro conurbano bonaerense, ni en las afueras del Cairo y en los sitios donde millones de seres humanos padecen hambre y mueren sin asistencia arrastrando sus miserias. Entre tanto dolor, hay otro mundo que deslumbra y las luces rutilantes nos dejan ver de qué modo se multiplica la riqueza acumulada sobre el veinte por ciento de la humanidad que posee el ochenta por ciento del producto bruto mundial. No obstante, organismos de la ONU informan que en los últimos diez años la pobreza disminuyó en un cuatro por ciento en América Latina. SUBCONTINENTE POBRE Para resolver el problema de la miseria en el subcontinente americano, la Organización de los Estados Americanos se reunió en Punta del Este (Uruguay) el 17 de agosto de 1961, a instancias de los Estados Unidos y del presidente John Fitzgerald Kennedy. El plan diseñado buscaba la cooperación y ayuda mutua de los estados firmantes, el refuerzo de sus comportamientos democráticos y la redistribución justa de la riqueza obtenida con la inyección económica que procuraría la inversión de 20.000 millones de dólares previstos. El plan se instrumentó como consecuencia de la triunfante Revolución Cubana liderada por Fidel Castro y que tuvo como ideólogo principal al guerrillero argentino Ernesto “Che” Guevara, que en la reunión de cancilleres realizada en Montevideo tiempo después, afirmó que la Alianza para el Progreso lanzada por el presidente Kennedy para neutralizar los efectos de la Revolución Cubana, no alcanzaría ni para resolver el problema de las letrinas en Latinoamérica. LA PROFECÍA Palabras proféticas la del guerrillero argentino-cubano –que vino de incógnito a Buenos Aires por esos días para entrevistarse con el Presidente Frondizi, un motivo más que tuvieron los militares argentinos para tumbar al gobierno constitucional- porque el fracaso de la Alianza estuvo en relación con la falta de realización de las necesarias reformas agrarias y fiscales de los países así como en la propia dirección de la política exterior estadounidense, que suspendió determinadas ayudas y abusó del intervencionismo en algunos estados. A casi cincuenta años de aquel acontecimiento –asesinados Kennedy y el Che- casi nada ha cambiado. La poesía de Juan Gelman que tiene que ver con el dolor pero mucho más con la esperanza, nos permite seguir alimentando las ilusiones y las utopías. |
29.11.07
Memorias de un periodista: Gelman, cuando el dolor se hace poesía.Domingo 2 de Diciembre de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario