15.11.07

La Columna, edición del 15 de noviembre de 2007

Acerca de una Cumbre Borrascosa

Comunicación en situaciones conflictivas.

El exabrupto real del que habla todo el mundo analizado desde el punto de vista comunicacional.


El rey de España, Don Juan Carlos de Borbón espetándole, con su mano alzada, al presidente venezolano Hugo Chávez: "¿Por qué no te callas?" y abandonando luego la sala en un gesto sin precedentes. El presidente Chávez, a los gritos, intentando silenciar al jefe del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, a quien, con las interrupciones constantes, le costaba hilar un discurso con el que acusar a Chávez de haberle faltado el respeto al pueblo de su país. Una situación visiblemente incómoda para el resto de los mandatarios que se veían compelidos a tomar partido y, sobre todo, para la anfitriona, la presidente de Chile Michelle Bachelet, quien se vio obligada a aplacar los ánimos. Caras de desconcierto y malestar en todas las comitivas que veían que, más que atenerse al tema de la cohesión social que los convocaba, algunos intentaban reflotar viejas cuestiones, al parecer mal resueltas.

Ejemplos claros de que comunicarse eficazmente en situaciones conflictivas es muy necesario y también altamente complejo.

Sensatez y sentimientos

En ambientes de alto estrés, la mayoría de los obstáculos personales para comunicarse se intensifican, la sensibilidad se extrema y hasta los pequeños malentendidos parecen barreras infranqueables.

Durante confrontaciones acaloradas o en momentos de alto compromiso emocional, el desafío es procesar la información que llega en forma de palabras y gestos y construir mensajes coherentes y claros, en medio de golpes de adrenalina. El peligro está en dejar de responder a las pistas externas que brindan los demás y comenzar a escuchar sólo las necesidades internas de expresión de las propias emociones.

Pobres estrategias

Así, dejar de hablar cortando el diálogo, levantarse e irse, hacer cargo al otro de todo a través de frases que empiezan con “usted o vos”, interrumpir la conversación sin dejar que la otra persona pueda expresarse fluidamente, son maneras de descalificar e invalidar al interlocutor, y estrategias pobres a la hora de establecer un diálogo nutritivo.

Comunicarse a partir de un interés genuino por establecer un contacto, validando al otro como interlocutor y reconociendo su aporte, abre la posibilidad de escuchar, de entender y conocer la información, para luego, desde ese conocimiento, compartir significados o diferenciar opiniones, acordar o desacordar, negociar o poner límites.

Sin control

Toda acción comunica, causa impacto, y motiva respuestas. Las personas que “se sacan” al comunicarse pueden cruzar límites y generar situaciones de las que le será difícil volver, facilitar una escalada de acciones no previstas, motivar la toma de partido y socavar las relaciones.

La frase “Por qué no te callas”y el gesto de la mano del Rey Juan Carlos añadieron combustible a la confrontación de Zapatero y Chávez, obligaron a Ortega a hacer evidente su posición y dejaron al mismo rey sin otra posibilidad que retirarse del salón y a la comitiva española haciéndose cargo de su salida.

Los comunicadores congruentes, conocedores de sus propias habilidades y límites, concientes de las situaciones que les disparan diferentes estados de ánimo y en control de sus expresiones, generarán encuentros de comunicación amplia. Lograrán más, motivarán relaciones cómodas, estables y productivas y tendrán una vida más saludable.

Alternativas

Si el rey hubiera pedido de otra forma a Chávez, tiempo y disposición para dejar a Zapatero terminar su exposición, y el mismo Zapatero hubiera dejado de exigir para decirle a Chávez “Respeto su postura y le propongo que lo conversemos más tarde ya que ahora el tema que nos convoca es…” es posible que el mismo Chávez hubiera encontrado otra alternativa a su arremetida interminable.

Y seguramente todos se hubieran sentido consecuentes al firmar la Declaración de Santiago que recoge compromisos para progresar "hacia niveles crecientes de inclusión, justicia, protección y asistencia social y solidaridad"…

Andrea Turchi

Las imágenes son de la Agencia EFE.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Es interesante y valiosa esta columna de hoy. Lástima que no me parecié tan equitativa en las condenas hacia los protagonistas.Sólo se le señala a Chaves su "interminable" participación...que además fue vergonzosa, dado el lugar y motivo de la reunión, de maleducado, ya que no permitía hablar....Sí, al rey se le fue el santo al cielo...pero...no es fácil aguantárselas

La Columna dijo...

¡Touché! aun cuando no se trataba de condenas, sólo de señalamientos. Acuerdo con que la participación de Chávez fue un ejemplo de monólogo mas que de conversación...sin embargo, en esos casos, si el interlocutor puede posicionarse como un comunicador funcional, puede modificar el diálogo, y con su movimiento, obligar al otro a realizar a su vez un cambio. Dada la forma de comunicarse habitualmente del presidente Chávez, imponiendo su opinión más que intercambiando información, creo que la jugada de cambio sólo estaba disponible a los demás y se la perdieron.Así, perdieron todos.

¡Gracias! y hasta el próximo comentario.
Andrea

Anónimo dijo...

Interesante el enfoque. Todos lo miran desde la política, la ideología, y sin embargo, detrás de eso está la forma de comunicarse de las personas...

Te seguimos leyendo!
Pablo

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con el análisis en ese aspecto. Ahora,con respecto a la relación España-Latinoamérica me gustaría dejar un reflexión que tiene que ver -creo- con esas situaciones no resueltas: ¿Alguna vez España reconoció las atrocidades que sus enviados cometieron?¿Alguna vez España hizo un mea culpa?¿o le correspondió sólo al Papa Juan Pablo II al besar suelo mejicano pedir perdón por el genocidio?
Me gusta mucho el espacio, María

Anónimo dijo...

Hola Andrea!

Tu columna creo que nos regala a los de Trenque una nueva manera de pensar el hacer cotidiano, laboral y también personal.

Trabajo hace varios años en una repartición pública, no importa cuál, y he visto muchos cambios de gobernantes. En todos, como ahora, todos hablan de los que llegan y de los que se van. Nadie habla de los que permanecemos, de los que nos quedamos mientras lo demás cambia.

Gracias,
112.

La Columna dijo...

¡Gracias Pablo! Por suerte está la comunicación, porque trabajando desde ella es posible cambiar las relaciones.

Hasta la próxima!
Andrea

La Columna dijo...

¡Gracias María! Es real que Latinoamérica y España tienen situaciones históricas resueltas de maneras que no satisfacen y que despiertan la necesidad de revisar, Quizás si se trabajaran en una reunión especial para resignificarlas y darles una conclusión actualizada y acordada, no irrumpirían como viejos fantasmas en conversaciones sobre otros temas.

¡hasta la próxima!
Andrea

La Columna dijo...

¡Gracias 112!

Tu comentario me hizo pensar algunas cosas que volcaré en la próxima columna.

Agradecería que después me cuentes qué opinas.

¡Hasta luego!
Andrea

Anónimo dijo...

Espero, entonces, la nueva columna.
Gracias!
112