11.12.08

La Columna, edición del 11 de Diciembre de 2008


Desarrollo profesional



Cuando sea grande, ¿quiero ser o puedo ser?

Afrontar la decisión de elegir qué estudiar o en qué trabajar nos pone cara a cara con nuestros deseos y nuestras capacidades, pero también con la enorme influencia del entorno socioeconómico y con las expectativas de los otros.


¿Todos tenemos vocación o está sólo reservada a un puñado de elegidos? Quiénes cambian de profesión, de carrera, o recorren a lo largo de la vida diferentes ocupaciones ¿son más flexibles o menos apegados a sus vocaciones? ¿Hay, entre las cosas que hacemos, alguna más auténtica y relacionada con aquello que somos y queremos ser? Si gastamos una vocación ¿podemos desarrollar otra?

El tema de la vocación y de las elecciones a partir de la misma se generaliza al momento de finalizar el Polimodal, cuando los egresados se enfrentan a la necesidad imperiosa de elegir carrera, de decidir en qué trabajar, de optar por un camino. Alumnos, profesores, familias, orientadores trabajan sobre interrogantes, intereses, elecciones, buscando, si no una definición, al menos una inclinación, una señal, una pista. Muchas veces esa búsqueda obligada se vuelve en contra de todos, generando una enorme frustración si no se encuentra ese único y deseado objetivo.

Y aunque parece privativo de esa etapa, el concepto de vocación también se revitaliza en otros momentos de cambio de la vida laboral o profesional. Es cuando algunos se animan a reciclarse, a comenzar con algo totalmente distinto a lo que hacían, a optar por definir un negocio propio, por ejemplo.

Uno y el mundo

Es que una vocación profesional adecuadamente desarrollada no sólo determina un estilo de vida, la eficiencia, el logro en un área determinada, sino también un modo de relación con el mundo. A medida que cambia nuestra visión del afuera, se reacomodan los valores y se modifica el entorno, es natural que dicha relación se redefina.

La palabra vocación proviene etimológicamente del latín “vocare”, que significa llamado interno, y los primeros usos del término tenían relación directa con la toma de hábitos o la elección de la carrera sacerdotal. Aún hoy se lo usa con una idea de entrega, sacrificio y mandato, al decir, por ejemplo, vocación docente o maternal.

La concepción clásica o tradicional vincula a la vocación con la idea de que en todo individuo existen ciertas capacidades, aptitudes o intereses innatos que aparecen en determinado momento de la infancia o adolescencia y que lo acompañan, con cierta estabilidad a lo largo de la vida.

Construcción

Sin embargo, el de vocación es uno de esos conceptos bisagras entre el mundo y la persona, y mucho más que un llamado externo, es una construcción desarrollada a partir de incontables variables. Entre ellas, estaría lo genético, pero también los aprendizajes tempranos en el núcleo familiar, la educación, los modelos, algunas situaciones que marcan. Asimismo, los juegos, las compañías, los conocimientos, las opciones posibles, las elecciones.

Muchos de estos elementos son recuperables a partir de recuerdos o comentarios “desde chico desarmaba todos los juguetes que encontraba”, “la enfermedad de mi mamá me hizo decidir ser médico”, “todos en la familia eran abogados o ingenieros agrónomos”, “la colección de estampillas de mi abuelo me fascinaba y creo que eso me hizo investigador”, “el boxeo me sacó de la villa”, “ a mi hermano y a mí nos gustaba pintar, pero yo me incliné por bellas artes y él fue arquitecto”, “me dí cuenta que quería ser abogado a los 45”, “ yo podría haber sido tantas otras cosas”.

De relación más o menos directa, las palabras descubren causas y explicaciones. Y muestran cuánto de selección y cuánto de necesidad hubo detrás de esas elecciones. Que algunos caminos fueron invitadores y otros obligados. Que dos actividades distintas pueden dar curso a una vocación similar. Y que las personas cambian, y descubren que nuevas actividades los satisfacen más en distintos momentos de la vida.

Dinámico

La vocación se construye a través de un proceso dinámico, que amalgama intereses y habilidades con necesidades, ofertas y realidades sociales. Hay en ese proceso tres aspectos esenciales: el reconocimiento de las propias inquietudes, aptitudes y necesidades; el conocimiento de la realidad y la toma de decisiones.

Tendemos a variar la forma de decidir a lo largo de la vida. Las primeras grandes decisiones, como la elección a los 17, 18 años, de una carrera, se enfocan en crear oportunidades, en abrir las opciones, en ampliar las posibilidades. Una vez que la carrera se ha terminado, las decisiones tienen que ver con enfocarse, con seleccionar objetivos. Es así como muchos profesionales ya hechos encuentran en la especialización, la inyección revitalizante necesaria para trabajar con energía durante mucho tiempo más.

La vocación no es una sola y siempre hay tiempo para dar un giro. Cuando podamos desdramatizar ese momento de toma de decisiones, ya estaremos empezando a disfrutar de nuestra etapa productiva.

52 comentarios:

Anónimo dijo...

En casa estamos viviendo el proceso de elección de carrera de mi hija. Tu columna nos vino justo.
¡Gracias!
Susana

Anónimo dijo...

Me pareció fresca y real la columna.
Lucía

Anónimo dijo...

Muy buena la columna! Estoy inmersa en un "reciclado" profesional y me hiciste pensar en lo que realmente me interesa y gusta.Me ayudaste a tomar una decisión.
Gracias
María

Anónimo dijo...

¿Uno puede replantearse la vocación aun cuando esta lo ha hecho exitoso y le sostiene una buena calidad de vida? ¿Qué lograría?
V.S

Anónimo dijo...

Estoy hace un tiempo pensandi en cambiar de ocupación. El problema es que no sé en qué basar el cambio ¡Me podes dar una idea?
Gracias
Fernanda

Anónimo dijo...

A mi me pasó que buscando una vocación me equivoqué de carrera. Creo que fue por no darle bolilla a lo que sentía. ¿Crees que tengo tofavía una posibilidad?
Sebastián

Anónimo dijo...

Siento que yo no tengo una vocación definida ¿está mal? Trabajo hace años en algo que me sale bien, pero no tengo vocación, bah, eso creo.
Delia

Anónimo dijo...

Muy buena la columna! Soy orientadora vocacional y me pareció muy rico tu análisis.
Marcela

Anónimo dijo...

MUY BUENA, la columna. Creo que lo importante es encontrar;cualquiera sea el momento de la vida en que lo logremos;la profesion o tarea que NOS GUSTE desarrollar.El tiempo de trabajo en la vida de una persona, es largo... Si no lo hacemos con gusto y alegria... se hace muy pesado y tine de "oscuro" muchos aspectos del ser humano.
Lano

Anónimo dijo...

Me parece muy interesante lo de los diferentes niveles de elección.
Como siempre muy buena la columna
Ezequiel

Anónimo dijo...

¿Me podrías explicar la diferencia entre causas y explicaciones? Muchas gracias, con vos aprendo y me intereso por temas que no encuentro en otros medios.
Josefina

Anónimo dijo...

Soy de esas personas que se interesan por mil cosas, y ahora, que tengo que elegir una carrera siento que me pierdo posibilidades..qué puedo hacer?
Victoria

Anónimo dijo...

Es un lujo encontrarte cada jueves en las páginas del diario. Interesante, llena de datos y sobre todo, desafiante, la columna me abre la cabeza y me hace pensar.
¡Gracias!
Gonzalo

Anónimo dijo...

¡Hola Andrea!

Uno puede desarrollar su vocación dentro de un trabajo que le tocó hacer? Me hice cargo, porque no tuve otro remedio, de la empresa familiar. Puede ser que yo encuentre mi vocación haciendo algo que no busqué?
D.A

Anónimo dijo...

Y que hacer si el llamado llega tarde en la vida?
Ana

Anónimo dijo...

Como siempre, muy buena la columna!
Una sana costumbre leerte cada jueves...
Sonia

La Columna dijo...

¡Gracias Susana!
Me gustó tu forma de comentarlo "viviendo".
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Gracias Lucia!
Andrea

La Columna dijo...

¡Gracias a vos María!

Espero que te vaya muy bien con tus nuevas decisiones.
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola V.S!

El replanteo parte de una necesidad...aún siendo exitoso y disfrutando de una buena calidad de visa ese replanteo vocacional puede estar motivado por la búsqueda de satisfacer necesidades diferentes, no contempladas en la decisión anterior o nuevas. Quizás sea posible replantear parcialmente la vocación y sumar a lo ya desarrollado aspectos que satisfagan las nuevas necesidades.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Fernanda!

¿En qué se basa tu "pensar en cambiar"? ¿Qué es lo que querrías modificar? ¿Qué necesitas? ¿Qué expectativas tenés? ¿ Qué implicaría un cambio? Sería interesante que lograras identificar donde estás y adónde queres llegar, para saber cuál es la brecha a cubrir o qué dirección tendrías que seguir.
Suerte
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Sebastián!
¿Por que no vas a tener posibilidades? Aún con todo armado, siempre se puede encontrar el modo de hacer algo que gusta, que entusiasma nuevamente, que tiene que ver con lo que uno es.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Delia!

¿Por qué va a estar mal? Si trabajas en algo que te gusta y lo haces bien, sos una privilegiada, aunque nunca te hayas planteado lo de la vocación.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Gracias Marcela!
Andrea

La Columna dijo...

¡Gracias Lano!
Me parece importante lo que proponés en cuanto a encontrar una profesión o una tarea. La vocación puede desarrollarse a partir de un hobby, una actividad social, una dedicación parcial a algo.
Y cuando uno ya tiene armada una vida, es esta posibilidad de hacer algo diferente complementario la que a veces sirve para desarrollar la vocación.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Gracias Ezequiel!
Andrea

Anónimo dijo...

Gracias Andrea por contestarme.
Podras en algún momento hablar de la toma de decisiones en general , no solo en cuanto a carreras u ocupaciones?
Gracias
Ezequiel

La Columna dijo...

¡Hola Josefina!

Causa sería el origen de algo y explicación lo que decimos, definimos o comentamos acerca de eso.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Victoria!

Cada elección nos hace dejar cosas de lado.Pero no significa que te las pierdas. Podes hacer cosas dentro de la carrera, en paralelo con ella o después...Lo interesante es que tengas claro que cosas te interesan porque eso te va a permitir tomar decisiones relacionadas con eso.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Gracias a vos Gonzalo!
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola D.A!

Si consideramos a la vocación como la articulación de intereses, inclinaciones y necesidades internas con un acontecer externo ¿por qué no puede ser esto externo un trabajo o una ocupación no buscados? Lo importante es tener claro lo que uno quiere y necesita y encontrar la forma de desarrollarlo en aquello que uno se siente obligado a hacer o se hizo cargo de hacer.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Ana!

Festejar que llegó y hacer todo lo posible para cumplirlo aunque sea en mínima parte.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Gracias Sonia!
Andrea

Anónimo dijo...

¡Hola Andrea!

Me gustaría que hables en la columna de la calidad institucional. Creo que hace una falta en todos lados!
Soledad

Anónimo dijo...

Hola Andrea! No podia entrar al blog!
Me gustó mucho tu charlita con el Oso y los oyentes el otro día. me uno al mensaje de que sos muy clara, me encanta como hablas y como escribis y he aprendido mucho en este año.
Feliz Navidad y un 2009 lleno de Columnas de los jueves y charlitas de los martes!
Amalia

Anónimo dijo...

Creo que la charla de la radio ha crecido, ahora analizas mas la realidad y contestas a los que te llaman fuera de libreto.
Me gusta mucho escucharte cada martes!
Sara

Anónimo dijo...

Es cierto, Andrea, me molestan esas cosas de mis compañeros! A ellos, les molestarán las mismas cosas que a mi? Me comprometí, tras escucharte, a preguntarles. Despues te cuento
Silvia

Anónimo dijo...

Quiero una columna sobre hechos y explicaciones, creo que se relaciona con el tema de la confianza en el diálogo, ¿podrá ser?
Gracias
Macarena

Anónimo dijo...

Ves, Andrea, si te quedas un ratito con el Oso la gente empieza a llamar y les podes contestar...y es un lujito escucharte...
¡felicitaciones!
María

Anónimo dijo...

POr fin, Andrea! Queria comunicarme desde el martes! Me gustó mucho la charla del martes y la imagen de la pelota en el angulo me pareció brillante. Yo anoto tus frases porque me aclaran la cabeza, como aquella que rescató una vez el oso, de pararse en lo seco para cruzar el charco.
Soy un fana de tus charlitas! Y tambien de la columna!
Chris

Anónimo dijo...

Me hubiera gustado hacer el curso de Satisfacción al Cliente...¿vas a dar alguno de comunicación interpersonal?
En realidad, me interesarían cursos sobre varios temas de la columna, como postergación, comunicación interpersonal, conflictos, etc.
Saludos
Samy

Anónimo dijo...

A mi me gustaría un programa de radio...con los temas que vos tratas tan bien en la columna y en la charla de la radio...y la interaccion entre vos y el oso.
MUY BUENO TODO!
Joaquin

La Columna dijo...

¡Gracias a vos Ezequiel por proponer el tema!
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Soledad!
Es un tema interesante... Gracias por proponerlo.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Gracias Amalia!
Muy Felices Fiestas y un 2009 lleno de buenas cosas para vos y tu familia.
Andrea

La Columna dijo...

¡Gracias Sara!
Andrea

La Columna dijo...

¡Qué bueno Silvia!
Espero tus comentarios
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Macarena!
Sí, es un tema muy relacionado con la congruencia, la coherencia y por lo tanto la confianza.
Gracias por proponerlo!
Andrea

La Columna dijo...

¡Gracias María!
Andrea

La Columna dijo...

¡Gracias Chris!
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Hola Samy!

Gracias por tu interés.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Gracias Joaquín!
Andrea