21.8.08

El gran dragón chino.Miércoles 27 de Agosto de 2008




Escribe: Juan Nazar Lebnen
Director de La Opinión

Aún cuando el Dragón fue el símbolo del Emperador y figuró en la bandera nacional hasta el final de la dinastía Ping, esta extraña bestia sigue inspirando respeto en la cultura china, aunque no se condice con las nuevas ideologías vigentes. Pero las ideologías, por mucho entusiasmo que despierten, no logran desalojar esa otra parte de las creencias populares. El color rojo en China es el color de la suerte, y las ciudades se visten de rojo en las festividades, pero también se lo identifica con lo político que hace alusión a la “China Roja”, porque con ese color se identificaron los revolucionarios rusos, también en la Revolución Francesa, y el rojo terminó siendo el símbolo de la ideología comunista.
Los revolucionarios chinos han aprendido mucho de la experiencia de la Unión Soviética, que mantuvieron un régimen cerrado y opresivo, y cuando vino la perestroika se desorbitaron y surgieron los nacionalismos dentro de lo que constituía la Unión de las Repúblicas. Algo de eso le está ocurriendo actualmente a China con el Tíbet, pero es seguro que después de las Olimpíadas los líderes chinos negociarán una salida negociada con el Dalai Lama, jefe espiritual de los tibetanos.

INVERSIONES
La puesta en escena de los juegos olímpicos, con precisión de relojería que asombró al mundo, demostró que se estaba ante una verdadera potencia mundial. Los espectaculares estadios deportivos significaron una inversión de 43.000 millones de dólares costeados íntegramente por el estado. Si el propósito fue poner a China en el escenario del mundo, lo han logrado con creces. Hoy además, sus capitales e inversiones llegan a los cinco continentes. En América Latina están penetrando fuertemente en Brasil, donde están levantando grandes complejos siderúrgicos al pie de las montañas que producen los minerales de hierro y desde allí lo exportan a su país.
A su vez China recibe inversiones directas de capitales extranjeros del orden de los 50.000 millones de dólares anuales, y lleva acumulados en los últimos 10 años inversiones por 600.000 millones de dólares. Tienen un estado muy activo, que emplea combinaciones híbridas de mercado y regulación y políticas de nuevo corte keynesiano. El Partido Comunista, es el más grande y numeroso del mundo. Es el gobierno, pero actúan con un pragmatismo que asombra. Empezaron con las privatizaciones de empresas y entidades públicas y continúan con las actividades bancarias y financieras.

EDUCACIÓN
Como muchos de los países de Asia, en China se privilegia la educación. Esta está en función de las necesidades de la industria y de la producción en sus distintos rubros, estimulan la investigación en desarrollo e impulsan la creación de Parques Tecnológicos y crean un régimen de protección de derechos de propiedad intelectual.
La conducción ejecutiva de las empresas del estado y las privadas están a cargo de jóvenes de entre los 24 y 40 años. Pero los puestos políticos de alta conducción, como los magistrados de la justicia no pueden tener menos de 60 años.
China sale del misterio, para irrumpir en el mundo para competir en todos los planos, incluso en aquellos que parecían ser de exclusividad de las superpotencias, como la exploración del espacio exterior.
Allí también, es probable que sorprenda.

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