| Escribe: Juan Nazar Lebnen Director de La Opinión Las multitudinarias manifestaciones de ayer en la Capital Federal, marcan un hecho político de trascendencia institucional. En la concentración en la Plaza de los dos Congresos convocada por el presidente del Justicialismo, Néstor Kirchner, éste expuso el pensamiento del Gobierno nacional en un prolongado discurso en el que señaló los puntos más importantes de las realizaciones que inspiraron su acción de gobierno. El ex presidente, protagonista principal de un encendido debate que comenzó el 11 de marzo, hizo una jugada audaz al llamar a una concentración paralela a la manifestación del campo. Con el correr de las horas y los días, el análisis sereno de este acontecimiento singular, dirá de la validez de la estrategia de confrontación adoptada por el gobierno. PULSEADA POLÍTICA Los datos extraoficiales suministrados ayer mientras se desarrollaban los actos, daban una ventaja significativa en número de asistentes, a la convocatoria efectuada por el campo, de donde se deduce que la estrategia aplicada por Néstor Kirchner, no parece haberlo favorecido. Peor aún, podría salir debilitado de esta confrontación, que ha convertido el tema de las retenciones móviles en una pulseada política con un final que fortalece a la oposición y debilita al gobierno de Cristina F. de Kirchner, quien ha estado virtualmente ajena a la metodología empleada para enfrentar las demandas del campo. SIN APOYO La consigna que quiso imponer el ex presidente Kirchner de que había un plan de carácter destituyente de la primera mandataria, no encarnó en la opinión pública, que suele tener un fino olfato para percibir las amenazas ocultas y los riesgos. El resultado es que casi nadie creyó en augurios conspirativos. Por el contrario, la democracia emergió fortalecida y la institucionalidad asegurada. La conciencia colectiva no admitiría otra oposición al gobierno que la que no surja de los carriles institucionales, como debe ser. Imaginar otra cosa presupone una manipulación que se agota en sí misma. ERRORES SERIOS Las primeras impresiones que surgen de esta pulseada, es que los estrategas de la Casa Rosada –si es que los hay- han cometido errores políticos muy serios, que colocan a la Presidenta ante la disyuntiva de efectuar cambios en su gabinete, algo de lo que ya se viene rumoreando desde hace un tiempo. Uno de esos cambios afectaría al jefe de gabinete, Alberto Fernández, un hombre clave del gobierno, de indiscutible influencia en el matrimonio Kirchner, pero que ha sufrido un enorme desgaste en estos cinco años, en el que ha actuado con un alto perfil multifacético. No sería imposible suponer, en tren de especulaciones políticas, que el alto costo que ha debido afrontar la Presidenta, la conduzca a efectuar cambios más profundos en el accionar del gobierno, aunque en ello vaya la menor influencia de su esposo. PERONISMO DIVIDIDO La otra cuestión, no menos seria para Kirchner, es la división que se ha planteado en el peronismo a partir del conflicto con el campo, con pesos pesado como Duhalde, De La Sota, Reutemann, el propio vicepresidente radical K Cobos, gobernadores, intendentes y concejales. Esa división se ha expresado en el sindicalismo, con una CGT paralela conducida por el gastronómico Luis Barrionuevo. Por el costado ideológico, donde el planteo del kirchnerismo encontraba aceptación, se han producido desplazamientos que pudieron apreciarse en la multitudinaria concentración del campo, donde aparecían identificados con sus banderas rojas. Una nueva realidad aparece en el horizonte político. | |
16.7.08
Después de las movilizaciones.Miércoles 16 de Julio de 2008
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