| Escribe: Juan Nazar Lebnen Director de La Opinión En la edición del viernes el director de este diario inició una serie de notas vinculadas con los procesos políticos que marcaron hitos en las historias de algunas naciones. El ensayo ruso, el comunismo chino y su incidencia en América Latina. El triunfo de la revolución bolchevique se expande sobre el mundo. Los revolucionarios de todas las latitudes levantan el puño cerrado y hacen suyo el final del Manifiesto Comunista: “¡Proletarios de todos los países, uníos!” En el escenario de ese inmenso país –el más poblado de la tierra con 1.500 millones de habitantes- después de la guerra con Japón en el último conflicto armado, uno de sus grandes líderes Mao Tse Tung, inicia un proceso revolucionario y se enfrenta interrnamente con las fuerzas nacionalistas comandadas por el general Chiang Kai shek, apoyada desde afuera por Estados Unidos, que veía con justificada alarma el posible triunfo del comunismo en China. Mao se transforma en el gran táctico y estratega político y militar. De maestro de escuela, Mao, trasmutado en guerrero, escritor y poeta, hostiga al ejército nacional en una guerra de guerrilla, refugiado en las montañas, desde donde inicia lo que se conoce como La Gran Marcha, una epopeya heroica que atraviesa caminando 12.000 km del territorio nacional en 368 días con un ejército de 86.000 hombres que al llegar al destino final queda reducido a 15.000. En esa marcha forzada cual un misionero bíblico, recibe a su paso la adhesión de miles y de cientos de miles de pobladores campesinos de vidas miserables que vienen heredando explotaciones de siglos. Mao escribe: La guerra es la continuación de la política. En este sentido, la guerra es política, y es en sí misma una acción política. (...) La guerra es la continuación de la política por otros medios (ya lo había dicho Karl Von Clausewitz). En octubre de 1949 se proclamó en Pekín la República Popular China y Mao, secretario general del partido, fue nombrado Presidente de la República. LA CHINA MODERNA El Partido Comunista Chino mantiene una férrea conducción en lo político. Es el gobierno mismo y en nada se asemeja a las democracias occidentales que disputan con otras corrientes ideológicas. Sin embargo en lo económico han realizado grandes aperturas y se estima que entre 1993-2003 se recibieron inversiones extranjeras por 40 mil millones de dólares. Crece la economía a pasos agigantados. Por la velocidad de la construcción de enormes conglomerados de edificios gigantescos, donde no hay pausa en la tarea ni de noche ni de día, se estima que consume más del tercio de la producción mundial de cemento producida en el mundo. China va en camino de disputar el liderazgo mundial hacia el 2020 a los Estados Unidos, en el plano económico, político y militar. Para entonces se pronostica que el Producto Bruto Interno superará los 4 trillones de dólares y será superior a todas las economías de las potencias occidentales, con excepción de Estados Unidos. El ingreso per cápita se triplicará y la clase media aumentará a más de 500 millones de personas. VIETNAM HOY Un pequeño país que libró la guerra más atroz y sangrienta contra la ocupación de la primera potencia militar del mundo, que sufrió la más vergonzosa derrota de toda su historia. En esa guerra 1959-1975. Vietnam perdió el 15% de su población –hoy es de 84 millones de habitantes- entre muertos y heridos. Se estima que Estados Unidos lanzó más bombas en Vietnam que todas las que dejaron caer sobre Europa en la Segunda Guerra Mundial. Su pequeño territorio quedó perforado como una espumadera. Utilizó armas prohibidas por la Convención de Ginebra, como el agente naranja, defoliador de árboles. La compañías químicas que proporcionaron el agente naranja contaminado con dioxina fueron condenadas a pagar 180 millones de dólares a los ex combatientes estadounidenses contaminados. Terminado el conflicto bélico, conducido por el general Giap –el más grande estratega militar según fuentes militares de occidente-, el conductor político Ho Chi Minh, proclamado el Padre de la Patria, inicia la reconstrucción del país. El crecimiento de la economía experimenta un salto cualitativo de proporciones. El incremento del Producto Bruto Interno supera el 8% anual y se coloca a los niveles de China y la India. Se abre la economía y se permite el ingreso de capitales extranjeros, incluso norteamericanos, sus enemigos de ayer, pero que ahora han reiniciado las relaciones diplomáticas y comerciales. Es sorprendente la actitud política del gobierno y del pueblo vietnamita. No muestran odio ni resentimientos frente a la superpotencia que asoló su territorio, que lo invadió con un ejército de 500.000 hombres, que puso bajo el cielo los bombarderos más sofisticados, barcos y portaaviones de dimensiones colosales para someter a un pequeño país. El autor de esta nota estuvo en ese país –como en China- y no termina de asimilar la concepción filosófica de ese pueblo sobre la vida y la muerte, y la alegre disposición observada en esa gente que reconstruye lo destruido con una voluntad y entusiasmo envidiable. La mejor muestra que pudo observar, es lo dicho por un alto funcionario del gobierno de ese país, y es que en Vietnam los héroes son los filósofos, los poetas y los literatos. Nadie que no tenga esa condición puede gobernarlos. Contra lo que pudiera pensarse, son comunistas y el partido los llevó a la victoria. LA EXPERIENCIA LATINOAMERICANA El único país en Latinoamérica que ha abrazado el marxismo-leninismo, es la Cuba de Fidel Castro, un ícono de los revolucionarios de este continente. Un consagrado escritor latinoamericano –ideológicamente en las antípodas- en un reportaje de un diario porteño respondió que Fidel era un ícono y que Chaves era apenas una copia falsa. Lo cierto es que por estas tierras se están produciendo cambios muy profundos, adaptados a las condiciones de cada país. Dentro de esos cambios, los más sólidos institucionalmente son Chile, Uruguay y Brasil, donde con variables gobierna una izquierda socialista con cercanía a la socialdemocracia europea. El caso de Bolivia, es muy particular, donde por primera vez gobierna un líder que viene de las tribus aymarás, y pretende rescatar a su país de siglos de explotación y de miseria. Los cambios son necesarios, pero para que sean posible sin violencia, queda en la inteligencia de sus líderes en utilizar la mejor metodología. En Ecuador y últimamente en Paraguay soplan nuevos vientos. Toda Latinoamérica está convulsionada, porque está emprendiendo nuevos caminos. Caminos que países de Europa y Asia ya han transitado, con un comunismo de mercado. |
2.5.08
Las experiencias socialistas en distintos puntos del planeta: Los logros de los procesos revolucionarios.Domingo 4 de Mayo de 2008
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