| | Escribe: Juan Nazar Director de La Opinión Es necesario analizar cómo se asoma nuestro país al contexto internacional. Y frente a varios despropósitos cometidos por la gestión del Estado nacional, reflexionar que si queremos que el mundo nos entienda, debemos esforzarnos para entender el mundo. A gran velocidad se producen cambios en el mundo, y para entender esos cambios se necesitan mentes abiertas, disposición de diálogo y visión estratégica desde la cual se pueden concebir los movimientos que un país está llamado a realizar en el complejo tablero internacional. En estos días se trata de analizar en discretos círculos cerrados el proceso que seguirá Cuba luego de la renuncia a la presidencia del Consejo de Estado y del comando en jefe de las fuerzas armadas del comandante Fidel Castro. No deja de llamar la atención la enorme repercusión que ha tenido en el mundo el retiro de Fidel de la conducción formal del Estado. Con independencia de las posiciones ideológicas, desde cualquier lugar se le ha dado al hecho una trascendencia de magnitud insospechada al punto que el tema se introdujo en la campaña de los partidos Demócrata y Republicano de los Estados Unidos. LA PROPIA REALIDAD El debate de estos días sobre este personaje de la historia moderna que llena las páginas de los principales diarios del mundo, nos lleva a reflexionar sobre nuestra propia realidad y en el punto en que la Argentina se asoma al panorama internacional. Se ha dicho con crudo realismo que entre los estados no hay amigos, sino intereses. Desde una perspectiva alejada de dogmatismos y prejuicios ideológicos, vale reconocer no pocos logros durante la presidencia del Dr. Raúl Alfonsín que firmó con su par brasileño Enrique Sarney el tratado del Mercosur el 30 de noviembre de 1985, en la ciudad fronteriza de Fox de Iguazú y en 1986 en Buenos Aires el Acta de Integración Económica con Brasil. En 1987 el mandatario argentino rubricó con el presidente uruguayo Julio María Sanguinetti el Acta de Montevideo para impulsar la integración económica regional según los objetivos de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI). RELACIONES CARNALES El enfoque de Alfonsín –como el de Frondizi en su momento- es la unidad latinoamericana y la apertura a los mercados no tradicionales de los países del este europeo y asiáticos. Con la asunción de Menem a la presidencia de la Nación, recomienza otra etapa diferenciada de las anteriores. Se alineó con los Estados Unidos que después de la caída del muro de Berlín aparecía como la única superpotencia militar. El canciller Guido Di Tella definió la posición del país como de “relaciones carnales” con la nación del norte. En el conflicto del Golfo Pérsico envió barcos y tropas a esa zona, rompiendo la trayectoria de neutralidad argentina. Se posicionó del lado de los EE.UU. en lo referente a Cuba y otros enfoques geopolíticos y llegó a alcanzar el status de aliado de la OTAN. Menem fue reelecto presidente con el 49,9% de los votos, triunfó en 23 de las 24 gobernaciones y obtuvo mayoría absoluta en la Cámara de Diputados y en el Senado de la Nación. Los mismos legisladores, gobernadores y políticos del justicialismo que hoy hacen profesión de fe kirchnerista, incluso el propio Kirchner, exaltaban a Menem como el mejor presidente argentino. UN ESFUERZO La Presidenta Cristina Kirchner, se esfuerza por recomponer las relaciones internacionales muy debilitadas desde la gestión de su esposo. A saber: con las principales potencias europeas, Francia, Alemania, Italia y España, hubo fricciones y desentendimientos; con los Estados Unidos, a partir de la Cumbre de Mar del Plata, donde se le dio tribuna a Hugo Chávez para que insulte al presidente Bush , un invitado de nuestro país, las relaciones pasaron por un mal momento. Los chinos se disgustaron cuando desde las oficinas del gobierno argentino se difundió que el país asiático haría una inversión de 20.000 millones de dólares en la Argentina, versión que fue desmentida a través de los canales diplomáticos. En América Latina el conflicto por las papeleras, han afectado las relaciones con el país hermano, agravado por el sermón público de la Presidenta a su par del Uruguay, Tabaré Vázquez, quien como digno hombre de Estado, se abstuvo de responder. RETAR AL INVITADO Y lo último que nos ocurre con la visita del Presidente Obiang de Guinea Ecuatorial, a quien le reprochó por los derechos humanos. HAY QUE ENTENDER Vale aclarar que este dictador de ese pequeño país africano, que tiene inmensos recursos hidrocarburíferos, vino a celebrar convenios con nuestro país por gestiones del ministro De Vido. Casi nadie entiende, ni en términos diplomáticos ni de sentido común, que se invite a alguien a la casa para enrostrarle públicamente su estilo de gobierno. ¿Es ignorancia o demagogia para el frente interno?. En cualquier caso, se rompe con las reglas de una actitud madura en términos de relaciones internacionales. Las relaciones con el Vaticano no pasan por su mejor momento. El embajador designado Alberto Iribarren no ha recibido el plácet de Roma, lo que se interpreta como un rechazo. ¿No se hicieron los sondeos previos, como es habitual en la diplomacia? El embajador en Washington Héctor Timmerman (hijo de Jacobo, detenido, torturado y expulsado del país por la dictadura), se esfuerza por mejorar las relaciones con los Estados Unidos. El mundo tiene sus complejidades; si buscamos que nos entiendan, debemos tratar de entender el mundo. EL ENLACE PARA LLEGAR AL MUNDO Las relaciones internacionales son el enlace con el mundo. No se puede prescindir de ellas. Con independencia de quien gobierne, los estados están siempre por encima de sus protagonistas. Desde Yrigoyen, pasan por Perón, la Argentina mantuvo una posición internacional que en muchos casos confrontaron con los intereses de la principal potencia americana. Vale recordar que en la tercera presidencia de Perón, desde el ministerio de Economía que conducía José Ber Gelbard, se hizo la apertura hacia los mercados de la Unión Soviética, los países del Este europeo, China, India y Cuba.Sin embargo, sería una torpeza desconocer a la mayor economía mundial y potencia política y militar que proyecta su influencia por todo el planeta. La presidenta argentina no desconoce esa realidad, del mismo modo que es auspicioso el entendimiento con Lula Da Silva, que expresa a un país continente como Brasil, el coloso sudamericano con quien históricamente la Argentina viene acordando las estrategias de mayor trascendencia y significado. UNA TORPEZA Además, después de Fidel Castro en Cuba, no es improbable que la conducción que encabeza Raúl Castro en el único país socialista de América proyecte una instancia de integración con el resto de los países latinoamericanos. |
21.2.08
A propósito del gobierno de Néstor y Cristina Kirchner y su política internacional: Para Argentina el horizonte es el mundo.Domingo 24 de Febrero
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