21.2.08

La renuncia de un mito histórico. Jueves 21 de Febrero de 2008.

Escribe: Juan R. Nazar
Director de La Opinión

“A mis camaradas compatriotas (...) les comunico que no aspiraré ni aceptaré, repito, no aspiraré ni aceptaré el cargo de presidente del Consejo de Estado y comandante en jefe”. La renuncia de Fidel Castro a ejercer la jefatura del Estado y la conducción de sus fuerzas armadas, si bien era esperada en razón de su estado de salud, no por ello dejó de provocar el mayor impacto político de los tiempos actuales. La noticia ocupó las primeras páginas de los diarios del mundo y se escucharon voces de los jefes de estado de los países de todo el orbe.
Difícilmente se encuentre un caso similar en la historia de que una renuncia de un mandatario, ocupe la atención casi excluyente del periodismo, gobernantes, políticos y líderes sociales y religiosos. Sin duda la polémica figura de Fidel Castro, supérstite de la guerra fría y de la caída de la Unión Soviética, es el hombre que acapara la atención del mundo, no obstante gobernar una isla de algo más de 10 millones de habitantes.



POLÉMICAS APASIONADAS

La carismática personalidad de este líder que ha gobernado un pequeño país por casi 50 años, es un fenómeno que ha dado lugar a las más apasionadas polémicas.
Implantar el socialismo marxista a 90 kilómetros de la primera potencia mundial del supercapitalismo pertenece al campo del “realismo fantástico”, una utopía que atrapó la imaginación de millones de jóvenes idealistas que creyeron que otro mundo más justo era posible. Entre esos jóvenes de finales de los años ’50, estaban Fidel Castro, Ernesto “Che” Guevara, Camilo Cienfuegos y tantos otros que con sus barbas largas identificaron a una generación que en otros lugares fuera de Cuba pagaron con sus vidas una lucha imposible.

PROYECCIÓN

La permanencia en el poder de Fidel Castro, que aún cuando recibía el apoyo económico y militar de la poderosa Unión Soviética no se transformó en un incondicional de la “nomenklatura” moscovita. A su manera fue un rebelde, a quien se le pueden criticar muchas de sus actitudes políticas y quizás su menosprecio por el sistema democrático que rige la vida institucional de la inmensa mayoría de los países de occidente, pero no sería imposible que algo de aquel histórico documento que suscribiera cuando fue prisionero del dictador Batista, “La historia me absolverá”, pueda reconocerle la realización de una experiencia política que no lleve el estigma del primer modelo que concibió Lenin en la región de las estepas.
Aún cuando su figura excede el análisis político ordinario, porque aparece con proyección universal, emergerá siempre la pregunta de si una revolución social de signo socialista es incompatible con las libertades individuales.

EDUCACIÓN Y MEDICINA

Quien esto escribe visitó Cuba en 1988 y tuvo oportunidad de observar el desarrollo de las ciencias médicas y la educación. Para entonces ya no había analfabetos en la isla, algo imposible de concebir en esa región del Caribe, donde el atraso y la miseria se siguen arrastrando como una maldición.
En el presente, los médicos cubanos se expanden por distintos países del continente ofreciendo servicios gratuitos a sectores empobrecidos de América Latina. Esa es la cara más amable y gratificante del régimen castrista. La pregunta es si estos logros tan importantes, no son posibles pensarlos y ejecutarlos en el marco de pluralidad democrática.
A influjo de la revolución cubana, se produjo un despertar en América Latina, y las urnas están restableciendo el equilibrio social que buscaron por las armas los legendarios guerrilleros de la Sierra Maestra.
Desde lo alto de esa mirada, se rescata a los héroes de esas históricas jornadas, en cuyo centro está la figura del comandante Fidel Castro. Lo que vino después son las luces y la sombras de un largo proceso que abre nuevas perspectivas para las nuevas generaciones que sin renegar del pasado, buscan interconectarse con la realidad de un mundo demandante de otras posibilidades de desarrollo individual.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Don Juan Nazar: Cierto y muy cierto es lo dicho por Ud. respecto al impacto de la renuncia de Castro. Es que Fidel Castro significa para el mundo una figura irrepetible por su inquebrantable convicción y fidelidad a una causa.- Tal vez nunca mas haya un Castro en la historia de la humanidad.- La mayoría lo sabemos, nos asombramos y hasta lo sentimos. Pero las ideologías, que tanto mal le hacen al hombre, obscurecen todo y no van a permitir que los estudiantes del futuro tengan una verdadera dimensión de esta historia personal. Perdón Don Juan, Fidel no es un mito es una innegable realidad del siglo pasado, que va proyectando muchos ríos de tinta para este siglo y el que viene y el que viene...

Anónimo dijo...

¿Las ideologías le hacen mal al hombre?. ?????