3.1.08

La Argentina y el mundo .Martes 8 de Enero de 2008 .



Escribe: Juan R. Nazar
Director de La Opinión

El operativo rescate que se puso en marcha para recibir a los cautivos de las FARC, en Colombia, dejó algunas lecciones y muchas incógnitas. En primer lugar, vale reconocer, con independencia de cualquier otro juicio de valor, que la organización guerrillera, domina buena parte del territorio colombiano y que a pesar de los enormes recursos militares entregados por los Estados Unidos al gobierno del presidente Uribe, éste no ha podido someter a los insurrectos que siempre mantienen la iniciativa.
En términos militares, se trata de un ejército convencional de 400.000 efectivos entrenados y equipados por la potencia del norte, contra una guerrilla refugiada en la selva con 17.000 combatientes, a cuyo frente se encuentra su líder y fundador, (Marulanda o Tirofijo) una figura legendaria de 78 años. En escenarios diferentes, con otras motivaciones políticas nacionales, es forzoso traer a la memoria la guerra de Vietnam, donde Estados Unidos –y antes Francia en 1954 en la batalla de Bien Dien Fhu- cayó derrotado ante una guerrilla de campesinos pobres.

LA EXPERIENCIA MUNDIAL
En 1954, Francia, la potencia colonial, ocupaba la península de Indochina desde hacia 100 años, hasta que los nativos al mando del general Giap, le dieron la batalla decisiva a la Legión Extranjera, la unidad militar considerada una de las mejores del mundo. Ese ejército colonial de excelencia militar, fue derrotado por las milicias campesinas analfabetas. Fue la fuerza de los ricos contra la fuerza de los pobres. Esa proeza de estos últimos se repite en Vietnam contra las fuerzas de ocupación norteamericanas que pusieron en el terreno, 500.000 soldados de aire, mar y tierra y lanzaron más bombas que en toda la segunda guerra mundial.
No es creíble la potencia del norte cuando proclama que defiende el sistema democrático en el mundo, como no lo es cuando mete sus narices, sus armas y su poder en territorio colombiano. Y aunque pueden ser repudiables los métodos de la guerrilla, que mantiene cautivos a muchos inocentes, hay una realidad que solo se resuelve con mediadores de altísima dignidad y jerarquía moral, hoy ausente en casi todos los líderes mundiales. ¿Cual es la misión de Naciones Unidas que no puede impedir los genocidios en el planeta? ¿Para qué sirve su secretario general? ¿Porqué no media en los conflictos mundiales?.

EL FIASCO DE UNA MISIÓN
El fiasco de la misión humanitaria para el rescate de los rehenes, tuvo muchos componentes políticos y una lectura poco sagaz de nuestras cancillería y del propio ex presidente Kirchner que prestó su figura como garante de la operación. Por mucho compromiso que tengamos con Venezuela porque nos compra los bonos de la deuda, no podemos ir detrás del presidente Chaves que juega con sus propios intereses políticos internos y externos, aún cuando podamos coincidir con algunos de sus planteos –que no son nuevos- de impulsar la unidad de los países de subcontinente americano.
Se observa un déficit muy serio en la conducción de nuestras relaciones internacionales. Ya se dijo con sabiduría que entre los estados nacionales no hay amistades ni enemistades, solo hay intereses. Hay otro mundo diferente después de la caída de la Unión Soviética.
No es mejor, ni peor, si bien debemos reconocer que para los países de la periferia como el nuestro no hemos avanzado lo suficiente para fortalecernos como nación que emerge desde su propia identidad. Estamos lejos de ingresar en el juego de los que deciden en el mundo. Sepámoslo, y actuemos en consecuencia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Parece que la tienen contra Chávez, ¿qué pasa?, ¿acaso junto a Bolivia no es el acercamiento más válido hacia el socialismo en latinoamérica?