| Escribe: Juan R. Nazar Director de La Opinión Luego de su descanso en El Calafate, la señora Presidenta Cristina F. de Kirchner apareció en el atril -a semejanza de su esposo- para informar al país sobre las dificultades que atraviesa en materia de suministro de energía eléctrica que afecta a todo el territorio nacional, pero particularmente a las ciudades de alta concentración demográfica como la Capital Federal y el conurbano bonaerense. Luego de los 11 días de vacaciones en su residencia en el sur patagónico, de sus primeros 30 días de gobierno, es un hecho positivo que la jefa del Estado haya admitido que existe una situación de precariedad en el sector energético, y propuso como medida de coyuntura el cambio de lamparitas de bajo consumo para procurar una salida de emergencia. LA NEGACIÓN No puede dejar de llamar la atención que un problema que viene de lejos no se haya tomado conciencia de ello en el gobierno de Néstor Kirchner, que se negó permanentemente a reconocer su existencia. La práctica de negar un problema puede dar resultados en el muy corto plazo, pero si no se toman los resguardos necesarios y se aborda su solución integral, más temprano que tarde se desarticula todo un sistema que puede quedar al borde del colapso. El país necesita de la voz de sus gobernantes en los momentos de incertidumbre. Es bueno entonces que la presidenta haya salido a reconocer que estamos en dificultades. Siempre el primer paso para buscar una solución es reconocer que el problema existe, aunque sea tardíamente. Ya en el invierno que pasó, el gobierno –que es el mismo de hoy- admitió la escasez de energía y obligó a las grandes empresas industriales a reducir el consumo con las consecuencias que ello implica de paralización de actividades, reducción en la producción de bienes y pérdidas de horas de trabajo del personal. Todo para no afectar el consumo domiciliario en tiempos preelectorales, de tal manera que había que rezar para que el invierno de entonces no fuera demasiado duro y que el verano por venir no castigara con altas temperaturas. CURIOSIDADES El periodista Jorge Oviedo, redactor de La Nación, en su análisis del tema comenta que “...hay costados de la crisis en los que ningún funcionario parece reparar. Por curioso que suene, la Argentina subsidia con exenciones impositivas la fabricación de equipos de aire acondicionado. El gobierno recauda impuestos como el IVA cuando se venden en gran número. Pero luego el mismo gobierno pide que quienes adquirieron esos equipos no los enciendan”. Y señala que cualquiera podría pensar que es imperativo un replanteo de las políticas de carácter más profundo que pedirles a los encargados de los edificios porteños que se conviertan en denunciantes de los vecinos más gastadores de energía. Hay cuestiones que merecerían enmarcarlas en el Manual de Zonceras Argentinas de Arturo Jaureche, por lo elemental de sus planteos. Las emergencias son emergencias, y se resuelven como tales apelando a todos los recursos disponibles, incluso a medidas antipáticas y molestas, como suelen ocurrir en accidentes naturales o conflictos bélicos. PAÍS EN SERIO Pero aquí no hubo nada de eso, por lo cual sorprende que el gobierno nacional no haya abordado esta cuestión energética como una de las prioridades que el país reclama para continuar con un crecimiento sostenido. El aludido redactor del matutino porteño concluye su nota diciendo: “La Presidenta ha puesto la tarea de solucionar la mayor limitación para el crecimiento que tiene hoy la Argentina en manos del mismo funcionario, que enfrentó la falta de gas haciendo despedir a ejecutivos de empresas privadas, la falta de combustibles prohibiendo la exportación, la falta de leche aplicando precios máximos y la inflación maquillando los índices”. Si queremos asumir la condición de un país en serio, como lo pedía el ex presidente, se impone que se hagan las cosas verdaderamente en serio. Y hablarle con verdad a la gente. Alguna vez dejemos a un lado la manipulación política –de cualquier lugar que provenga-, bajémonos de los atriles y pongamos en la boca la verdad profunda, desnuda y total, sin disimulos. Alguna vez la política tendrá que honrar a la verdad. |
10.1.08
Crisis energética y gobernantes. Viernes 11 de Enero de 2008
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1 comentario:
Siempre el primer paso para buscar una solución es reconocer que el problema existe...", una gran verdad pero...condición necesaria pero no suficiente.
En el caso al que se refiere la nota de la autoría del Sr Nazar, el reconocimiento por parte de la presidente sobre la crisis energética, también opino que es válido; pero las medidas tomadas para paliarla (lamparitas de bajo consumo;pedido a los encargados de edificio sobre la cantidad de aparatos) es una medida tan elemental que hasta diría infantil.Ciertamente debieran figurar en Zonceras Argentinas.Lo que nos falta a los argentinos es toma de conciencia , pero también nos faltan cabezas capaces de infundirla.
Me preocupa que quienes nos están gobernando no posean la capacidad suficiente como para encontrar e implementar medidas de alto impacto dentro de un marco de equilibrio entre el perjuicio y beneficio que pueda recaer sobre empresas y domicilios.
Siempre debieramos buscar equilibrio en nuestras acciones (cosa nada fácil).Pero para que esto suceda el proyecto debe bajar
de un sistema integrado por personas con un gran equilibrio emocional y conceptual, de lo que estamos adolesciendo en todos los niveles gubernamentales.(habrá alguna perdida excepción), movidos solo por intereses materiales y de poder, personales.
Sólo así podríamos acercarnos algún día a ser un país en serio.
Yo también deseo fervientemente que "Alguna vez la política tendrá que honrar a la verdad"
Maria I Cumba
LC 3910234
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