20.12.07

La Columna, edición del 20 de Diciembre de 2007

Estrategias de Planificación II

Recetas con lápiz y papel.

Quien quiera fijar metas específicas y lograrlas antes, necesita involucrarse en un proceso que lo lleve a:

Esclarecer sus propios valores y relacionar sus objetivos directamente con ellos. Sabiendo qué es importante para uno, resulta más cómodo fijarse metas que expresan esos valores mas que aquellas devenidas a partir de los “debería” personales y sociales.

Claro que a diario se nos presentan objetivos “de otros” que debemos cumplir. Metas organizacionales que nos involucran como empleados, miembros, o voluntarios; obligaciones familiares que no elegiríamos pero que tenemos que hacer; cometidos a los que nos comprometimos…

Aún aquellos objetivos que no seleccionamos pueden relacionarse con los principios que sostenemos, con lo que íntimamente sentimos. Es importante descubrir esa conexión porque en ella radica la posibilidad de comprometerse con el objetivo.

Cuando esa conexión no existe, o los objetivos de otros chocan con los propios, quizás sea el momento de elegir otro camino y sostener la propia coherencia.

Ampliar la mirada. ¡Cuidado con establecer metas tan específicas que desalienten! Si un vendedor se propone hacer 30 entrevistas para fin de mes, es posible que si logra 27 igual sienta que ha fallado ¡aun cuando haya revertido su quietud!

Conocerse. Identificar rasgos personales, valorarlos y transformarlos en herramientas.

Estructurar y coordinar un sistema de soporte que lo ayude a mantenerse en el camino. Compartir con otros es mucho más energizante y contenedor que trabajar sólo a fuerza de autodeterminación y automotivación.

Desarrollar objetivos específicos, positivos y alcanzables.

Veamos los siguientes ejemplos:

  • Dejaré de pelearme durante las reuniones de trabajo

Meta que no cumple con ninguna de las condiciones correctas, es negativa, no tiene fecha límite y es muy general.

  • Mejoraré las relaciones con mi familia

¿Qué indicará que la meta se cumplió? Es inespecífica.

  • A partir de enero de 2008, armaré una cena con mis hermanos el primer jueves de cada mes.

Meta motivadora, que pone límite al objetivo, y estructura el plan de realización.

Revisar las metas que se han mantenido por más de un año, sin haberse alcanzado y decidir sobre ellas. Las metas pueden haberse deteriorado. Muchas veces, sin alcanzarse, se transforman en anclas pesadas, lo que amerita proponerse reciclarlas aportando nuevos elementos, dejando de lado otros, resignificando lo que se quiere y redefiniendo objetivos que movilicen.

Desarrollar la paciencia. Darse y dar tiempo.

Diseñar un plan operativo. Sentarse, con lápiz y papel y hacerlo.

Preguntas que ayudan a planificar

Primer paso: Seleccioná un objetivo que sea específico y mensurable en términos de tiempo. Para ayudarte a decidir, preguntate ¿Qué quiero exactamente? y ¿Para qué y cuándo lo quiero?

Ahora revisá:

a) ¿Está expresado en términos de lo que sí querés y no de lo que no querés? Esto es “hago arreglos para tener una tarde libre por semana” y no “no quiero seguir quitando tiempo a mi familia”.

b) ¿Vas a poder realizarlo independientemente de lo que hagan los demás? Es importante que quien se haga cargo de lograr su objetivo seas vos mismo.

Segundo paso: Profundizá: ¿Cómo me beneficiaría si lo obtengo?

Tercer paso: Si seguís dispuesto a trabajar el objetivo elegido, contestá: ¿Cuáles son los recursos internos, fortalezas, talentos y dones que tengo disponibles para poner al servicio de mi meta?

Cuarto paso: Ahora, descubrí: ¿Qué opciones están disponibles para mí afuera? ¿Con qué recursos externos cuento? ¿Qué contactos pueden ayudarme?

Quinto paso: Tras conocer las cosas a favor, es tiempo de identificar: ¿Qué me falta? ¿Qué necesito saber? ¿Qué puedo desarrollar?

Sexto paso: Por último, ¿Dónde o cómo lo consigo?

Séptimo paso: Ya está definido el objetivo. Es el momento de confeccionar un plan que te muestre qué vas a estar haciendo y cómo vas a estar trabajando para lograrlo. Determiná 5 acciones que puedas comenzar hoy, que dependan de vos y te acerquen a tu objetivo. Comprometete con una fecha de inicio para cada acción y determina quiénes van a ser las personas involucradas en la misma.

Octavo paso: Anticipá los resultados que, además de servir como incentivo, fijarán los límites de tu objetivo: ¿Cómo me daré cuenta que lo he logrado? ¿Qué tiene que estar pasando?

Recuadro

Una opción saludable

Ensayar un giro radical, abandonando la persecución de metas y respondiendo completa y simplemente a aquello que ocurre. Ya les veo la cara... ¿y esto ahora, después de dos columnas hablando de metas positivas, atractivas y realizables? Y sí... no perseguir objetivos puede ser un excelente objetivo. Sobre todo para los estresados, adictos al trabajo, que han dejado de lado su familia y su vida por correr detrás de sus carreras, los que se cansaron de perseguir las metas de otros y quieren recuperar su camino, los creativos que han perdido su musa inspiradora, y otros con necesidades de ese tipo.

Andrea Turchi

14 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Impecable!
Auri

Anónimo dijo...

Eso de que las metas pueden deteriorarse me resultó muy esclarecedor.¡Cuántas veces sostenemos viejos propósitos sin realizarlos y encima, despues nos frustramos!
Gracias
Ricardo

Anónimo dijo...

Buen artículo! Suelo comentar mis objetivos y eso me ayuda a conseguir apoyo, recursos y además, me obliga a cumplirlos.
¿Vas a seguir con la columna en el verano? Si es así, ¡que bueno lo del blog ya que podremos seguirte aunque estemos lejos!
Amanda

La Columna dijo...

Gracias Auri!
Andrea

La Columna dijo...

¡Gracias a vos Ricardo!

Sí, revisar las metas para ver si aun estan "activas" es un hábito inteligente. Las cosas cambian, nosotros mismos variamos de pensamiento, de sentimientos y de posibilidades, entonces...quizás sea el momento de cambiar también los objetivos.

Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Gracias Amanda por tu comentario!

Es cierto, comentar los objetivos abre la puerta a que los demás los conozcan y ayuden, y conversar sobre ellos también nos sirve para darles forma y tomar decisiones.

La idea es seguir cada jueves con La Columna, asi que me alegrará que visites el blog cuando quieras.

Andrea

Anónimo dijo...

No, yo no comento mis objetivos. A mi me han robado ideas, y además me molesta mucho que ande todo el mundo hablando de lo que yo quiero hacer.

Me gusta la columna.

Jo.

Anónimo dijo...

Soy de las que se imponen metas tan específicas que al final son como lazos demasiado cerrados. Me sirvió tu columna para darme cuenta de eso.
Gracias
María

Anónimo dijo...

Me tocó profundo lo de conectar los objetivos con los propios valores. me dejaste pensando...voy a seguir haciendolo y por ahi te comento para que sigamos charlando.
Gracias
Ana María

Anónimo dijo...

Darse y dar tiempo...¡que trabajoso!
Darse ¿para qué cosas? Dar ¿a quienes y para qué?
¿Podes contestarme?
Gracias,
Valeria

La Columna dijo...

¡Gracias Jo por tu comentario!

Mucha gente elige no comentar sus objetivos, por temor a que otros los copien, o porque no quiero soportar el peso de las preguntas y la insistencia de otros para que los cumplan.

Se puede comentar para ganar nuevas ideas, sostén , acompañamiento y poner límites a las exigencias y a las preguntas.

En cuanto a los robos...es más difícil...pero seguramente cuando uno lo comenta lo hace a gente de confianza y no a todo el mundo.

Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

Gracias a vos María!

Hay que encontrar el equilibrio entre la no planificación y la planificación excesivamente estricta, de manera que cumplir los objetivos no se transforme en una pena a cumplir.

Hasta luego
Andrea

La Columna dijo...

¡Gracias Ana María!

Espero tus comentarios
Andrea

La Columna dijo...

¡Gracias Valeria!

Dar tiempo a otros para que nos comuniquen lo que les cueste, a las cosas para que se desarrollen, a los procesos para que se decanten...

Darse tiempo para escuchar, para pensar una idea, para desarrollar un plan...

Solemos tener paciencia para sembrar y esperar que las plantitas broten, pero nos cuesta dar y darnos tiempos para otras cosas que también lo necesitan.

Hasta pronto
Andrea