13.12.07

La Columna, edición del 13 de diciembre de 2007


Estrategias de Planificación I

Dibujar un blanco fácil


Una técnica de los atletas de primer nivel, al alcance de todos


Establecer metas y objetivos correctos es un método formal de planificación personal y al mismo tiempo, una herramienta fundamental de trabajo, mediante la que se decide qué es lo que se quiere y luego, es más fácil y posible avanzar paso a paso hacia el logro de ese objetivo.

El proceso de fijar blancos a alcanzar posibilita la elección y la concentración, favorece el reconocimiento de distracciones y alienta la motivación. Organiza, establece parámetros, brinda apoyo, da seguridad y fortalece la autoestima dado que quien es capaz de planificar siente que está a cargo de la situación.

Es una técnica común para los atletas de primer nivel (imaginen un corredor que quiere superar su récord en los 200 metros y tras decidirlo, ajusta sus entrenamientos, su dieta y su concentración hasta lograrlo), los ejecutivos, los estudiantes avanzados y todos los que logran éxitos en diferentes campos, dado que centra la adquisición de conocimientos y ayuda a organizar los recursos y a planificar acciones productivas.


Tirar sin blanco

Una meta es un blanco al que dirigir nuestros esfuerzos. Una recompensa por conseguir. Normalmente, volcamos nuestras metas en oraciones declarativas, que describen lo que queremos lograr, pero a veces son implícitas, no las mencionamos. Las metas no necesitan ser dichas, pero necesariamente deben ser específicas y claras. A medida que las clarificamos, aceleramos el proceso de alcanzarlas.

Para hablar de metas poco claras e inespecíficas utilizaremos la paradoja de tirar al blanco sin blanco...tiraamos al aire, sin un objetivo en particular y nuestro progreso sería seguramente lento, así como también dificultosa la corrección de nuestros posibles errores.

Además de señalarnos hacia dónde tirar, una meta clara nos aporta uno de los elementos más importantes del aprendizaje, el feedback, la retroalimentación. Si al tirar al blanco no tuviéramos manera de ver adónde pegó nuestra flecha, no podríamos abocarnos a corregir el ángulo de tiro, o la distancia. Sin feedback, el aprendizaje sería lento y dificultoso.

Las metas vagamente definidas, como “Mejorar la producción”, “Optimizar la gestión administrativa”, “Ampliar las ganancias”, son difíciles de alcanzar porque no proveen una imagen clara del objetivo que se persigue. ¿Cómo se muestra “mejorar la producción”? ¿Por qué cosas está compuesta? ¿Cómo sabremos cuando la hayamos logrado? Los propósitos vagos son frustrantes porque no nos dan una idea acabada de adónde apuntar las flechas. Si solemos plantearnos finalidades inespecíficas terminaremos sintiendo que siempre fallamos. Las metas claras pueden “verse”, y en ello radica su poder motivador y energizante.

Magnéticas y atractivas

Es importante también descubrir qué fuerzas nos mueven hacia el objetivo. Las metas que emocionan son magnéticas, es como si tiraran de vos hacia delante. Los objetivos que no seducen, si no que obligan, que uno siente que se los debe a alguien, responden a viejas pautas de comportamiento, o son impuestos, más que impulsar, activan las resistencias y conectan con un mecanismo que reconocerán al instante...la postergación. Las cosas que hacemos por compromiso, sin ganas o por deber pueden ser disparadores de este mecanismo de autosabotaje que vimos en la columna anterior.

Plantear los objetivos de forma atractiva y positiva es una manera de evitar postergar su realización. Una meta como “congeniar mejor con mi compañera de trabajo no haciéndole preguntas”, por ejemplo, es una formulación de objetivos negativa, que, al contener implícito el recordatorio de lo que no se debe hacer, más que motivar a hacer, frena.

Metas negativas

Las metas negativas ponen a la persona en una situación conflictiva, ya que el éxito de lograr el objetivo depende de realizar acciones o desarrollar actividades que no le gustan o no le atraen. Hay un doble juego entre algo que la atrae (el logro buscado) y algo que la repele (el camino a seguir).

Los objetivos expresados en forma negativa son sorprendentemente comunes. Muchas veces devienen de mandatos, de algún tipo de autoridad...(no tengo que engordar, no debo desaprobar) otras somos nosotros mismos que los generamos, o por ignorancia o por no haber trabajado en profundidad el objetivo, descubriendo si es realmente lo que deseamos y en qué forma debería estar desarrollándose para que fuera realmente satisfactorio para nosotros. Es como el viejo dicho... Pide exactamente lo que realmente quieres, porque puede que te sea concedido...

Otras veces la meta parece positiva pero contiene imágenes negativas. Por ejemplo, alguien puede querer mejorar sus ingresos pero no le parece justo cobrar más por lo que hace... o la persona que quiere hacer crecer su clientela pero no está de acuerdo con hacer publicidad, aquellos que quieren establecer límites pero internamente creen que eso hará que dejen de apreciarlos...

Solemos olvidar que las metas nos guían, pero vivimos el camino a lograrlas. En tanto el objetivo tenga que ver con los propios anhelos, pero fundamentalmente con los valores, el ser esencial, la naturaleza de cada uno, andar el camino al logro de los objetivos será caminar en pos del propio crecimiento y evolución.

Fecha de vencimiento

Las metas poderosas tienen fecha de realización. Las fechas nos ayudan a poner las cosas en claro. Los objetivos sin una fecha límite hacen difícil establecer una estrategia de realización con pasos determinados. Este tipo de metas de final abierto socavan la motivación y favorecen el postergar. Nos hacemos a la idea de que si, claro, tenemos un objetivo, pero lo mantenemos ahí y no actuamos para lograrlo...

Los presupuestos de tiempos deben ser realistas si queremos plantear una meta realizable y atractiva. Los plazos muy cortos desatan el pánico, provocando la conversación interna “¿para qué molestarme?” y un clima opresivo de sensación de fracaso anticipada. Pero una fecha límite corta siempre es mejor que no estipular ninguna. Los plazos poco realistas se hacen evidentes rápidamente, proveyendo la oportunidad de reajustarlos en forma apropiada.

A manera de resumen, entonces, podemos decir que las metas poderosas articulan la visión a largo plazo con la motivación y las acciones cotidianas y cumplen las siguientes condiciones: están expresadas de forma positiva y específica, son portadoras de una imagen atractiva y motivadora y están delimitadas por una fecha de realización establecida.

Avanzaremos con formas prácticas de planificar en la próxima columna.

Andrea Turchi

27 comentarios:

Anónimo dijo...

Con lo de la fecha de vencimiento me hiciste caer una ficha genial. No solo para mí sino para incluirla en los acuerdos laborales.
¡Gracias!
Francisco

La Columna dijo...

¡Gracias Francisco por tu comentario!

Una fecha límite nos organiza y tambien ayuda a organizarse a los demás.
Hasta pronto
Andrea

Anónimo dijo...

Hola Andrea! Me impactó tu columna y el tema de conectar los objetivos con los valores me parece fundamental. Tengo dos preguntas: ¿cómo hacemos para conectar los objetivos que nos imponen o piden otros, como jefes o autoridades, con los propios valores?
y ¿de qué manera bajo un objetivo que no tengo muy claro pero que tengo hace mucho tiempo a un plan?
Gracias por responderme
Susy

Anónimo dijo...

Suelo plantearme grandes objetivos, pero al leerte me di cuenta de que son de humo, es decir, muy poco específicos...¿Será por eso que me cuesta hacerlos realidad?
Felicito a La Opinión por ofrecer tu columna y a vos por los temas y la forma de escribirlos.
Tomás

Anónimo dijo...

Llegué de casualidad a la página y me interesó mucho el tema. Detras del blog descubrí al diario La Opinión y quiero felicitarlos a todos porque están creciendo y muy bien.
Muy Felices Fiestas y un 2008 pleno y en paz.
Un ex-vecino de Trenque Lauquen.
Matías

Anónimo dijo...

Me interesa como hacer un plan.
Bye
X

La Columna dijo...

¡Gracias Susy por tu comentario y preguntas! Objetivos propios y generados por otras personas y planificación de metas son dos de los temas de la próxima columna. Desde ya que me encantaría que luego de leerla te vuelvas a comunicar con las inquietudes que quieras.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Gracias Tomás por tus opiniones sobre La Columna! El hecho de no especificar bien tus objetivos puede dificultar, enlentecer y hasta evitar que los realices. Dibujar, esto es diseñar la meta,pensarla con lujo de detalles, saber qué tiene que estar pasando para que te des cuenta que la lograste,te ayudará a hacerla realidad, porque al pensar en lo que queres ya vas a ir armando el camino para lograrlo.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Muchas gracias Matías por tus comentarios y buenos deseos!
Espero que pases una hermosa y sentida Navidad y que el 2008 llegue pleno de buenos momentos,
Andrea

La Columna dijo...

Hola X!
Te invito a que leas la próxima columna donde veremos cómo realizar un plan.
Hasta pronto
Andrea

Anónimo dijo...

Dos perlitas: especificidad y fecha límite
¡Gracias!
Marian

Anónimo dijo...

Me acabo de dar cuenta de que expreso mis objetivos en forma negativa. Por favor inclui en la próxima columna alguna forma de corregir eso.
Gracias
Auri

Anónimo dijo...

Brillante lo de que "vivimos" el camino a lograr las metas. Muchas veces nos olvidamos de eso, la meta es tan motivadora que no pensamos en el mientras tanto.
Sigo tu columna con interés.
Ricardo.

Anónimo dijo...

¿Podes dar ejemplos de metas "mejoradas en especificidad"?
Gracias
Lucía

Anónimo dijo...

¿Podemos llamar metas a cositas pequeñas? ¿Y armar un plan para realizar pequeñas cosas, no muy importantes quizás pero que nos parecen necesarias?
Me gusta la columna y los temas.
Mariana

Anónimo dijo...

¡Qué linda la columna!
Me gustan los temas y tus explicaciones.
Hasta pronto,
Male

La Columna dijo...

¡Gracias a vos Marian!

Andrea

La Columna dijo...

Gracias Auri por tu comentario!
Algún ejemplo de como cambiar la manera de expresar el objetivo estará incluído en la próxima columna.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Gracias Ricardo por tu comentario!

Es que es el camino a la meta y la forma en que lo caminamos el que definitivamente nos da la posibilidad de lograr el objetivo.
En el diseño del objetivo hay que incluir también el del proceso a desarrollar para lograrlo.
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

Gracias Lucía!
Irán algunos ejemplos en la próxima columna
Hasta pronto
Andrea

La Columna dijo...

¡Claro que si Mariana! Los objetivos pueden ser grandes o pequeños. Planificarlos, dibujarlos , te permitirá realizarlos más fácilmente.
Gracias por tu comentario!
Hasta luego
Andrea

La Columna dijo...

¡Gracias Male por tu comentario!
Hasta pronto
Andrea

Anónimo dijo...

n gol de La Opinión esta columna!
Claras, didácticas y especializadas las notas de Andrea Turchi.
¡Quiero más!
Marga

Anónimo dijo...

El único problema que para mí tiene la Columna es que nos deja con ganas de más.
Leo.

La Columna dijo...

¡Gracias Marga y Leo por sus comentarios y frases de aliento!
Andrea

Anónimo dijo...

Me interesa mucho el tema de los objetivos de otros y los valores de uno.
Espero tu columna mañana
Chau
Alberto

La Columna dijo...

Gracias Alberto!
Andrea