3.7.08

El rescate y los mensajes de una nueva instancia política: Ingrid, la tragedia de un largo cautiverio.Domingo 6 de Julio de 2008

Escribe: Juan Nazar Lebnen
Director de La Opinión

El mundo celebró la liberación de la mujer que había sido secuestrada. El retorno a la escena latinoamericana de una militante que luchó contra la corrupción estatal asociada al narcotráfico y que enarbola un mensaje de paz y reivindicaciones sociales. Su presencia física es un nuevo estímulo para todos aquellos que anhelan por la construcción de un mundo con justicia y libertad.

Ingrid Bentacourt, la rehén más emblemática de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), ha sido liberada. La noticia ha dado vuelta al mundo y sigue siendo motivo de comentarios de la prensa internacional y en las cancillerías de todos los gobiernos, por la relevancia de su personalidad y el largo padecimiento de su secuestro en la selva colombiana. Detrás de ella bajaron del avión que la transportó hasta Bogotá, 11 militares del ejército, algunos con 10 años de cautiverio y tres ciudadanos norteamericanos, ex espías de la CIA.
El mundo celebró la liberación de esta mujer, que al momento de ser secuestrada se desempeñaba como senadora del Partido Liberal, desde donde combatió la corrupción del gobierno del presidente Ernesto Samper -que en principio había apoyado- por el financiamiento de su campaña electoral con dinero del narcotráfico. Un tema que le inspiró escribir un libro (La rabia en el corazón) y su apartamiento del Partido Liberal y la creación de un nuevo partido -Verde Oxígeno- presentándose como candidata a la presidencia de la Nación.
Aguerrida luchadora, no le temía a nada y cometió la osadía de internarse en el interior del país donde la guerrilla tenía el control del espacio geográfico, y el propósito oculto de dialogar con sus líderes, pero la jugada no le salió bien y fue capturada como valiosísima pieza de negociación con el gobierno colombiano. A partir de ese trance aciago para su vida comienza el vía crucis de seis años en medio de la selva colombiana que despertara la compasión del mundo. La última foto que recorrió las redacciones de los diarios del planeta, se la vio lánguida, triste, disminuida físicamente, y con un aspecto que trasmitía una tristeza inenarrable.

COLOMBIA

El problema del narcotráfico en Colombia invade a toda la sociedad. Nadie o casi nadie desconoce su poder y su influencia en todos los poderes del Estado, incluida la Justicia, el Parlamento, la Policía, y las Fuerzas Armadas. Si el presidente Alvaro Uribe hoy está empeñado en combatir el flagelo del narcotráfico, es por imposición de Estados Unidos, que es el principal mercado por donde ingresa la mayor parte de la droga que consumen millones de jóvenes norteamericanos.
Ello tiene un efecto deletéreo en toda la sociedad del país del norte, que orada lenta y persistentemente las bases mismas de los valores sustanciales en que se apoya su sistema de vida. Para la primera potencia económica y militar del mundo, que se nutre de profundas convicciones religiosas, la introducción de la droga -como para toda sociedad- es un veneno invisible que penetra en las venas ocultas de la estructura social que pone en riesgo hasta la misma seguridad nacional.
No en balde Estados Unidos le otorgó a Colombia una partida de 10.000 millones de dólares para combatir el narcotráfico y la guerrilla que también se financia con los negocios que le procuran los que manejan la droga, que siempre están presentes, que no han desaparecido, porque están infiltrados desde siempre en los meandros de la burocracia y del poder político como un cáncer que se apodera del cuerpo físico de la Nación. El secuestro y calvario de Ingrid Bentacourt responde a esa diabólica danza de los millones de dólares que alimentan un circuito perverso que manejan enormes y poderosos intereses.

SANTUARIOS

Otro de los santuarios de los narcotraficantes, es la ciudad de México, donde además son conocidos porque hacen exhibición pública de poder, siempre rodeados de docenas de guardaespaldas, verdaderos ejércitos privados al servicio de los jefes que sobornan con groseras partidas de dinero a todos aquellos que puedan obstaculizar sus negocios o penalizar sus crímenes que siempre quedan impunes.
Esto lo saben muy bien los periodistas, principales víctimas de la mafia de la droga tanto en Colombia, como en México y ahora también en Rusia para citar sólo algunos lugares paradigmáticos del negocio criminal más horrendo de los tiempos modernos.
Con la caída del comunismo en lo que fuera la Unión Soviética, se pretendió llevar la mundo la tranquilidad de que se había abatido el bastión maléfico que amenazaba a toda la humanidad. Otras de las grandes mentiras con que nos alimentan determinados medios de comunicación que sirven a espurios intereses económicos. Ello sin que estemos diciendo que el régimen estalinista no fuera cruel, despiadado y que cometió los mayores crímenes de la historia. Pero se creyó que después de esa experiencia dictatorial, se instalaría un sistema democrático que revalorizaría los derechos elementales de la persona humana, pero si bien se ha mejorado en esos aspectos de las libertades individuales, se ha creado una nueva clase social de los hipermillonarios que son dueños de las principales riquezas del país, en tanto que el ciudadano común ya no goza de la salud, la educación y la protección social del Estado como en los tiempos «nefastos» del comunismo.
La transición a un capitalismo salvaje, ha desarticulado a una superpotencia que servía de equilibrio mundial y permitió en los años ’60 la descolonización de la mayoría de los países del continente africano y de otros continentes. Advino una nueva etapa en la historia de la humanidad, donde emergieron pueblos y civilizaciones que en su hora marcaron el destino de la historia.

LATINOS

No estamos diciendo nada nuevo. En Latinoamérica padecemos de muchos de los graves problemas que afectan a buena parte del planeta. Pero están surgiendo indicios que apuntan a modificar un estado de cosas que nos han mantenido y mantienen sumergidos en el atraso y la miseria de millones de seres humanos.
Ese conglomerado de países que forman el subcontinente americano, cada uno a su modo y al ritmo que le imponen las circunstancias históricas, harán los cambios necesarios que les permita avanzar hacia un sistema que establezca condiciones de crecimiento y desarrollo con justicia social. La liberación de Ingrid Bentancourt, más allá de la inmensa alegría que invade los corazones, puede significar con el tiempo un nuevo proceso que permita un salto cualitativo en el camino hacia un reencuentro con la historia y un impulso vigoroso hacia las transformaciones sociales postergadas.

MENSAJERÍA DE UN CAMBIO

Percibimos que la liberación de Ingrid Bentacourt, contiene muchos otros elementos que se irán desprendiendo de un hecho histórico de alcances todavía no evaluados en el calor del entusiasmo, la alegría y el sentimiento de solidaridad que ha conmovido al mundo.
El secuestro en un ser humano en condiciones aberrantes, produce efectos de trasmutación espiritual de alcances inimaginables. El estar cada día, cada noche, y cada hora, dialogando con la muerte, modifica el enfoque filosófico de la vida.
Para los seres sensibles, que llegaron a una etapa de su existencia consustanciados con ideales de justicia y libertad, y de pronto se ven en el encierro, el secuestro, el mal trato y sin posibilidad de acudir en auxilio a ningún ser viviente, el fenómeno interno se eleva a dimensiones espirituales impensados.

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